Durante meses, representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y del Congreso Nacional Indígena de México han recorrido Europa en una gira llamada Gira por la Vida para denunciar obras de infraestructura en México que, según denuncian, violan los derechos de las comunidades. En este programa entrevistamos a Ángel Sulub, portavoz del CNI y natural de Quintana Roo, uno de los estados por los que pasará el controvertido Tren Maya, la obra faraónica de Andrés Manuel López Obrador.
Es uno de los proyectos más importantes del mandato del presidente. El Tren Maya recorrerá 1.500 km por el sureste mexicano conectando ciudades y zonas rurales de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. El objetivo es desarrollar económicamente la región con la creación de polos industriales y energéticos, centros turísticos, y la creación de decenas de miles de puestos de trabajo. Pero el Tren Maya que ya ha comenzado a construirse choca con el rechazo de las comunidades locales para los que este proyecto no es «un tren ni tampoco maya».
“No es sólo un tren. Estamos hablando de proyectos de desarrollo turístico, de agroindustria, de empresas eólicas y fotovoltaicas. Decimos que no es maya porque no es un proyecto que haya surgido de las necesidades del pueblo maya ni para su beneficio. Este tren es un proyecto que se está imponiendo en nuestro territorio sin la consulta ni el consentimiento de nuestros pueblos”, denuncia Sulub para quien el gobierno ha ignorado completamente a la población local y sus necesidades.
“No queremos el modelo de Cancún, para las empresas es un modelo de desarrollo, para nosotros es un modelo de devastación y de muerte”, añade el portavoz del CNI.
144 hectáreas deforestadas
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las obras del tren no iban a afectar a la selva, se ha registrado la deforestación de decenas de hectáreas, según denuncia el CNI. “En los últimos sobrevuelos que han hecho organizaciones que acompañan la defensa legal de los pueblos maya se detectaron 144 hectáreas que han sido deforestadas sin los permisos correspondientes y están desacatando disposiciones judiciales como suspensiones provisionales que hemos logrado a través de amparos. Hay una devastación ambiental con la construcción y habrá más con las nuevas ciudades”, precisa Ángel Sulub.
Retrasos en los recursos de amparo
Se han presentado 19 recursos jurídicos por parte de las comunidades y las organizaciones por violación de derechos ambientales, derechos a la consulta a los pueblos indígenas y de salud, pero está habiendo mucho retraso en los procesos.
“Hay una dilación de los procesos judiciales. Hay amparos que llevan más de 15 meses en el poder judicial sin ni siquiera ser admitidos por un juzgado”, denuncia Sulub.
90.000 empleos creados
Uno de los objetivos que se ha marcado el gobierno mexicano es la creación de decenas de miles de empleos en el sudeste mexicano. De momento se han creado ya cerca de 90.000 puestos de trabajo. Algo que el CNI no refuta, pero se pregunta sobre la calidad de estos empleos.
“La generación de empleos es real, se generaron esos empleos y se generarán muchísimos más, pero la pregunta que nos hacemos es qué tipo de empleos son y para quiénes. Lo que nosotros vemos es que en los centros turísticos los empleos para el pueblo maya son empleos precarizados, son empleos en los que simplemente el pueblo maya es la servidumbre de la industria turística”, dice Ángel Sulub.
AUTOR: AÍDA PALAU, FLORENCIA VALDÉS.
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