El recorte presupuestal al Instituto Nacional Electoral (INE), y la confrontación de éste con el Poder Ejecutivo, el manotazo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sobre la consulta de revocación de mandato y el riesgo de que en la práctica se viole la Constitución ponen en entredicho la promesa de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque en la realidad se trata de una campaña por su ratificación, advierten expertos.
Desde que comenzó la promoción de la consulta que el INE organizará, el mandatario y sus bases de apoyo, en los hechos, impulsan una consulta de ratificación. Sin embargo, para ello no existe un documento legal que incluya esa figura.
El artículo 35 constitucional establece el concepto “revocación de mandato”, que es el término usado por el presidente. Para realizarlo, como lo dicta la legislación, se requiere que sea solicitado por una tercera parte de la lista nominal de electores de al menos 17 estados. Se puede hacer sólo una vez y tres meses después al término del tercer año de la administración.
“Hacerlo como ratificación me parece un ejercicio demasiado costoso económicamente, y creo que van a estar muy contentas las bases de apoyo del presidente y de Morena”, consideró Alberto Aziz Nassif, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, y doctor en Ciencias Sociales.
“No lo consideraría un ejercicio de democracia, porque se está contraviniendo la intencionalidad de la norma y el objetivo de la norma, que es una revocación y ésta no se está llevando a cabo”, añadió.
Pese a dichas consideraciones, la mayoría legislativa de Morena, PT y el Partido Verde en la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Revocación de Mandato, el 14 de septiembre último.
En ella se reiteran varias de las disposiciones ya establecidas en el artículo 35 constitucional. Sin embargo, ni en la Constitución ni en esta ley se utiliza el concepto de “ratificación”.
Bajo la lógica constitucional, la consulta de revocación tendría que ser solicitada por la oposición, con el hartazgo o la poca aprobación popular como motivadores, situación que no está ocurriendo.
Los más recientes datos de Consulta Mitofsky sobre la popularidad del presidente López Obrador lo colocan con una aprobación cercana a 70 por ciento. Además, la consulta es impulsada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, su partido en el Congreso y aliados políticos (legisladores y gobernadores).
Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2352 de la edición impresa de Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MELISSA AMEZCUA.
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