Al abordar esta mañana las criticas que se han suscitado en torno al nombramiento del político Pablo Gómez Álvarez como nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera –sobre todo porque no tendría un perfil técnico y, según los adversarios del gobierno, se podría hacer un uso político de la UIF–, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como un acierto el cambio.
“Pienso que fue una buena decisión de Santiago Nieto presentar su renuncia y creo que también fue una buena decisión el nombramiento de Pablo Gómez: es un hombre íntegro, honesto, incorruptible. ¿Tengo que decir más?”
Luego del escándalo de la suntuosa boda entre Nieto Castillo y la consejera electoral Carla Humphrey, el fin de semana pasado en Guatemala, fue el presidente López Obrador quien instruyó al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, coordinar la sustitución. Así, el nombramiento de Pablo Gómez –el lunes pasado por la noche– fue eminentemente un mensaje político, toda vez que la UIF es controlada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y no por Gobernación.
Ya en su conferencia del pasado 8 de noviembre, el presidente había adelantado que los servidores públicos involucrados en la boda deberían responder por sus actos, “y, sí hay delito que perseguir, que se actúe, que no haya impunidad para nadie”. Ello, luego de que a ese acto privado acudieron algunos adversarios políticos del primer mandatario y de su proyecto de nación.
En un breve comunicado emitido por Gobernación la noche del lunes 8, se indicó que fue el secretario López Hernández quien dio posesión a Pablo Gómez Álvarez como nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera a partir de ese día. Las críticas a este nombramiento no han cesado desde entonces, porque los adversarios de la 4T consideran que Gómez carece del perfil técnico que se requiere en ese puesto.
AUTOR: NANCY FLORES.
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