El gobierno de Estados Unidos alertó sobre la peligrosidad de la banda encabezada por Florian Tudor, «El Tiburón», líder de la mafia rumana que opera en la Riviera Maya. Pidió a sus ciudadanos no realizar operaciones en cajeros bancarios pues están expuestos a fraudes con sus tarjetas.
Aunque se encuentra preso desde mayo pasado en el Penal del Altiplano, agencias de seguridad de ese país han advertido que su grupo sigue operando fraudes en cajeros en Puerto Vallarta y Los Cabos, señaló en un reporte el diario Reforma.
De acuerdo con el diario, con base en fuetes de agencias norteamericanas, este grupo delincuencial rumano mantiene sus redes de operación y control de trata de mujeres; la invasión y despojo de terrenos, y ahora también lograron armar una alianza con el Cártel de Bonfil, vinculado con el Cártel de Sinaloa, en Quintana Roo, señalan.
“Un reporte de autoridades de EU advierten que Tudor y su grupo logró infiltrar a policías municipales y agentes ministeriales a los que les pagaba 2 mil dólares mensuales para obtener protección y ser alertados de operativos en su contra”, sostiene la información de Reforma.
También se señala que la mafia rumana se vinculó y financió a políticos ligados con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Cita que en febrero pasado, un informe del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su siglas en inglés), señaló que uno de los operadores de Tudor es José Luis Jonathan Yong, secretario general del PVEM y ex Secretario de Seguridad Pública de Cancún.
En una largo reporte, el diario Reforma señala que los informes de autoridades de EU también indican que la mafia Rumana infiltró la marcha feminista de noviembre de 2020. Con el apoyo de ocho agentes de la Policía local a su servicio, que ese día recibieron la orden de disparar sus armas, encendieron las protestas.
De los disparos buscaban responsabilizar al entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en Quintana Roo, Alberto Capella, de haber ordenado violencia contra la protesta.
Sin embargo, precisa que en esos días, el jefe de la Policía se encontraba en Tijuana por la muerte y velorio de su padre, Jaime Capella y de su sobrino Ezra García Capella, de tres meses de edad.
Los reportes de las agencias de EU indican que el grupo de Tudor armó un plan para presionar y pedir la renuncia de Capella, quien junto con la Fiscalía General de la República (FGR), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y autoridades estadounidenses, habían iniciado operativos contra la mafia rumana.
Incluso días después de que Capella fue separado del cargo, a mediados de noviembre de 2020, EU alertó de un plan para atentar contra el ex jefe policiaco.
Se informó que el grupo de Tudor había ofrecido hasta 2 millones de dólares por matarlo.
Semanas antes, el FBI había solicitado la ayuda de la UIF para bloquear las cuentas bancarias de 79 personas físicas y morales, relacionadas con la mafia rumana, varios de ellos empresarios y ex funcionarios de gobierno.
Autoridades de EU estimaron que los fraudes con tarjetas bancarias operadas por la mafia rumana que encabeza, les dejaban ganancias que superaban los 280 millones de dólares anuales.
Actualmente, el socio de Tudor, Chakib Naif Ifram Al Boustany, se quedó al frente de las operaciones de la banda.
Las autoridades de EU reportan que los detalles de las operaciones de la mafia rumana las obtuvieron por testimonios de colaboradores y familiares de Florian Tudor que están solicitando protección y asilo por las amenazas de muerte que han recibido.
Los testigos colaboradores han aportado datos sobre los puntos de operación y de fraudes con tarjetas de créditos, así como detalles de los agentes infiltrados y vínculos con operadores del crimen organizado.
El Departamento de Estado ha emitido alertas a los ciudadanos norteamericanos para evitar realizar transacciones o retiros de cajeros instalados en la calle o comercios, y recomiendan acudir directamente a sucursales bancarias.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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