Al menos 68 millones de pesos de los créditos para comprar vivienda que 84 trabajadores tramitaron ante el FOVISSSTE terminaron en seis empresas ajenas a esos tratos de compra venta, de las cuales dos no aparecen en ningún registro de fuentes de gobierno, otras son inmobiliarias pero niegan haber recibido dinero que no fuese de sus clientes y un banco que desconoce el tema.
Animal Político publicó este 13 de diciembre la denuncia de trabajadores que tramitaron sus créditos ante el Fondo de Vivienda del ISSSTE y acusan haber sido defraudados, pues el organismo depositó el dinero a terceros, y no a las personas que les venderían un inmueble.
Una de las empresas que aparece como beneficiaria de esos créditos es Desarrollos y Construcciones del Centro S. de A. de C. V., cuyo nombre comercial es Grupo San Cristóbal, una desarrolladora con sede en Aguascalientes, pero que asegura no haber recibido el dinero.
“Se han hecho depósitos de FOVISSSTE, pero corresponde a los créditos que nosotros trabajamos con ‘Equípate’ (una empresa intermediaria). Nos metimos a revisar el proceso de los clientes y los pagos corresponden a los escriturados. Tienen nombre, apellido y contacto del cliente”, respondió a Animal Político.
Otra más, Constructora Altos Bajío S.A. de C.V., aseguró que desde agosto no han operado créditos a través del FOVISSSTE. “El último depósito que recibí del organismo fue en octubre, porque fueron muy pocos los créditos que operé este año y es de nuestros clientes”.
Sin embargo, durante el reclamo en sus respectivos casos, los afectados consiguieron los documentos llamados CLC (Cuenta por Liquidar Certificada), donde se registran los pagos del FOVISSSTE, y en ellos aparecen los nombres de estas empresas como beneficiarios de sus créditos.
Pero hasta el momento, el FOVISSSTE no ha informado a las víctimas ni públicamente si sabe dónde está el dinero ni cuándo y cómo lo recuperará, pese a que en sus registros aparecen todos los datos respecto a las transferencias como “clave de CLC, número de folio, fecha de alta, ID de solicitud, monto, fecha de pago, de autorización y de envío”.
En este caso también está involucrada la empresa Soluciones Emprendedoras del Norte S. A. de C. V. (Sensa), una de las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), figura a la que los derechohabientes forzosamente deben acudir si quieren hacer efectivo su crédito, toda vez que actúa de intermediaria entre el FOVISSSTE y los trabajadores durante el proceso de compra.
En un comunicado difundido el 9 de diciembre, el Fondo informó que había demandado penalmente a Sensa y que ésta había reconocido irregularidades al interior, pero eso no ha significado una solución para los trabajadores, pues ya comenzaron a recibir los descuentos vía nómina, aunque no tienen casa.
En los procedimientos de compra, la empresa intermediaria Sensa es quien envía los datos al FOVISSSTE y este hace las transferencias del crédito. Aunque antes de hacerlo, el Fondo pide como requisito indispensable, los documentos notariales de la compra venta donde quedan asentado el nombre del vendedor y los datos bancarios para hacerle el pago. Por ello las víctimas sostienen que el responsable es el Fondo.
Animal Político ha pedido entrevista con funcionarios del FOVISSSTE desde el pasado 9 de diciembre, y ha insistido en ella en los siguientes días, sobre todo para que puedan explicar si ya saben dónde está el dinero y cuándo podrán recobrarlo, pero no ha habido respuesta.
Otras de las empresas beneficiarias son Compen S. A. de C. V. y Desarrollo Ginexalapa S. A. de C. V., pero en ningún caso aparecen en el Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía, donde deben estar registradas todas las empresas legales en el país; tampoco en el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM), el directorio de compañías afiliadas a cámaras de comercio; tampoco tienen página de internet, ni algún registro de nombre o logo en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
El único rastro en internet de Desarrollo Ginexalapa está en listado de solicitudes de licencia de construcción en 2017, en Xalapa, Veracruz, pero que no se hizo efectiva y una solicitud de construcción de un conjunto habitacional multifamiliar en el mismo municipio publicado en la Gaceta del estado en 2018.
Otro de los créditos terminó en el Banco Ve Por Más, pero el área de relaciones públicas respondió a este medio que no tenían comentarios al respecto porque “no hacemos operaciones con FOVISSSTE”.
Mientras que el crédito de cuatro trabajadores terminó en las cuentas de cinco personas que no reconocen.
Sin embargo, más allá de dónde transfirieron el dinero, “la relación jurídico-económica que se deriva del contrato de mutuo con garantía hipotecaria es con FOVISSSTE, no con Sensa”, y es el Fondo quien debe responder, afirmó Israel Santos, uno de los afectados.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: NAYELI ROLDÁN.
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