Durante los primeros tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los multimillonarios Carlos Slim Helú, Carlos Hank González, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea Mota Velasco y Olegario Vázquez Aldir, vinculados con el PRI de las décadas pasadas, se han beneficiado de algunos de los negocios públicos más jugosos. En conjunto, sus empresas han obtenido contratos, solas o en consorcio, de por lo menos 102 mil 504 millones pesos.
Estos magnates, que López Obrador invitó a comer el pasado martes 23 en Palacio Nacional, se han convertido en unos de los principales contratistas de la presente administración, junto con otros como Alberto Baillères González, María Asunción Aramburuzabala, Daniel Servitje Montull, Eduardo Tricio Haro, José Ramiro Garza Cantú, Bernardo Quintana Isaac, José Miguel Bejos, Carlos Álvarez Bermejillo o Agustín Franco Macías.
Una revisión realizada por Proceso a los contratos federales disponibles en la plataforma Compranet y a los otorgados por Pemex desde el 1 de diciembre de 2018 muestra que el gobierno de López Obrador no sólo no rompió con la cúpula empresarial que en su momento tachaba de “mafia del poder”, sino se asoció con ella para sus principales obras y proyectos, como lo hicieron sus antecesores.
En Compranet aparecen contratos federales por 1 billón 222 mil millones de pesos entre 2019 y noviembre de 2021. La mitad de este monto ha sido acaparado por apenas 189 empresas o consorcios, que recibieron entre 901 millones y 31 mil 520 millones de pesos. La segunda mitad de los recursos públicos contratados se repartieron entre cerca de 83 mil 500 proveedores.
Mientras Grupo Carso ha sido señalado como uno de los principales responsables del colapso de la Línea 12 del Metro –tuvo el contrato para construir esta obra simbólica de la administración capitalina de Marcelo Ebrard–, el imperio del magnate Carlos Slim Helú ha acumulado por lo menos 38 mil 500 millones de pesos en contratos públicos federales.
De hecho, en lugar de investigar y posiblemente sancionar a Grupo Carso por el accidente –en el que fallecieron 26 personas–, el gobierno de López Obrador pactó con el multimillonario para que la constructora, sin asumir públicamente su responsabilidad, se haga cargo de la reconstrucción sin cobrar al gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum.
Al igual que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto –en el que encabezó el consorcio ganador del contrato más jugoso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México–, el multimillonario con la mayor fortuna del país ha sido el más beneficiado por contratos de la Cuarta Transformación.
Sumando los contratos del Tren Maya y de Pemex, de telefonía, de seguros y de servicios de internet, las filiales de Grupo Carso obtuvieron contratos por 31 mil 334 millones de pesos, mientras que, en el campo petrolero, sus empresas Constructora Cicsa y GSM-Bronco han obtenido contratos por otros 7 mil 190 millones de pesos.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2352 del semanario Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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