Adolorida, llorando y con varios golpes en diversas partes del cuerpo, Aura Maribel es una de las 105 personas que resultaron lesionadas tras el accidente ocurrido el jueves 9 alrededor de las 15:25 horas, en el tramo carretero federal entre Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez cuando el conductor del tráiler de la marca Kenworth, de color blanco con caja seca con placas de circulación 444-DW-4 del Servicio Público Federal, perdió el control de su unidad en una curva por el exceso de velocidad.
Aún recuerda los gritos de dolor y el llanto de todos los hombres y mujeres. En el lugar del accidente quedaron muertos 49 personas, cinco más fallecieron en el Hospital Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza y uno más en el Hospital Dr. Belisario Domínguez del ISSSTE, ambos ubicados en el oriente de la capital del estado y a menos de 5 kilómetros de donde ocurrió la tragedia.
El accidente ocurrió en una zona urbanizada, entre las colonias Ribera Cahuaré y El Refugio, pasando el puente Belisario Domínguez que cruza el Río Grijalva y donde empieza el Cañón del Sumidero.
Aura Maribel salió ayer de su lugar de origen y junto a otros migrantes que llegaron dispersos y en días anteriores, fueron concentrados en una casa de seguridad o bodega en San Cristóbal de Las Casas, desde donde partió el tráiler que tomó la autopista que comunica a Tuxtla con San Cristóbal de Las Casas.
Pasaron el retén del kilómetro 46 donde algunas ocasiones se instalan miembros de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM). Transitaron los 46 kilómetros de la autopista con varios tramos en reparación para llegar hasta la caseta de cobro de Chiapa de Corzo a las 15:14 horas donde el conductor pagó en efectivo su cuota.
Un kilómetro y medio adelante pasó sin contratiempo alguno un retén permanente policías estatales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas. Pero tres kilómetros adelante, en una curva pasando el puente sobre el río Grijalva, al parecer por exceso de velocidad, la caja se desprendió el automotor y el chofer huyó del lugar al ver la tragedia ocurrida.
Aura Maribel es una de las migrantes rescatadas de entre la multitud que quedó atrapada en la caja del tráiler que se hizo pedazos. Los primeros en llegar fueron los vecinos de la zona del accidente, luego los servicios de emergencia civil y los cuerpos policiacos federales, estatales y municipales.
La zona era un caos tan pronto como ocurrió el accidente.
Juan Pablo Montoya, un médico que salió de su labores a las 15 horas del Hospital Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza y que tiene 32 años de voluntario en la Cruz Roja Mexicana en Chiapas, fue de los primeros en llegar a la zona de la tragedia.
Pues al ser subdelegado estatal y coordinador local de socorros de la Cruz Roja Mexicana, se enteró de la accidente por el equipo de radio que trae siempre consigo. Al llegar quedó impactado, pues en sus más de tres décadas de cobertura de accidentes de este tipo nunca había presencia uno así. Recuerda que esta es la primera vez en su labor humanitaria.
Los servicios de emergencia tuvieron que pedir apoyo de ambulancias de Chiapa de Corzo, San Cristóbal de Las Casas y Berriozabal, pues las de Tuxtla fueron rebasadas ante la magnitud de la tragedia. Y que distribuir a los más de 100 heridos a los diversos hospitales de Tuxtla.
La mayoría de los migrantes son de Guatemala y Honduras, también los hay, pero en menor número de Ecuador y República Dominicana.
Otro migrante que omitió dar su nombre dice que el tráiler partió de San Cristóbal de Las Casas, no sabe el lugar preciso pero que estuvieron en una bodega resguardados algunos días, mientras llegaban otros grupos sumándose para juntar la carga que trasladaría el tráiler ayer jueves.
Menciona que habían pasado al menos una hora desde que abordaron el tráiler y hasta que pasó el accidente, sintió que iba a exceso de velocidad, que muchos al interior se sofocaron, otros vomitaban, algunos iban dormidos, otros encima de otros.
A las autoridades no les ha sido fácil identificar a los muertos hasta este viernes a medio día, algunos de los fallecidos no tenían documentos personales, algunos los perdieron en el caos ocurrido.
A muchos de los fallecidos podrían identificarlos los más de 100 heridos, pero ahora convalecen en diversos hospitales. Por lo que hoy llegó a Tuxtla, el canciller de Guatemala, Pedro Bolo, para visitar a los heridos en los diversos hospitales y gestionar las asistencia legal, así como gestionar la identificación y repatriación de los cuerpos de los 55 fallecidos hasta ahora.
Uno de los Primeros migrantes fallecidos y ya identificados tras la tragedia del accidente de ayer es Rudy Alexander Nájera Menéndez, originario de San Carlos Alzatate, Jalapa, Guatemala. El segundo es Leonel Gómez, de Malacatán, San Marcos, Guatemala.
Porque sus amigos que lo vieron muerto tendido en la carpeta asfáltica reportaron rápido a sus familiares vía celular.
La red de organismos civiles no gubernamentales defensores de los derechos de humanos, lamentó la tragedia “que deja nuevamente en claro que, el anonimato y las condiciones en las que las personas migrantes se ven forzadas a transitar, son mortales y consecuencia de poli´ticas migratorias fallidas”.
Expuso la red de organismos civiles defensores de derechos de los migrantes que “la muerte de estas personas se suma a las violaciones que se han documentado en los u´ltimos an~os contra la poblacio´n migrante en el contexto de la pandemia. La militarizacio´n de las fronteras y de las rutas; la falta de acceso a los procedimientos de asilo y regularizacio´n migratoria obliga a las personas migrantes a arriesgar sus vidas e integridad en un tra´nsito cada vez ma´s peligroso”.
Recordaron que desde hace semanas y meses, han denunciado el endurecimiento de las poli´ticas migratorias y la externalizacio´n de las fronteras traeri´a como consecuencia el aumento de delitos y violaciones a derechos humanos en contra de la poblacio´n migrante, solicitante de asilo y refugiada en Me´xico.
Explicaron que recientemente, el gobierno mexicano acepto´ volver a implementar el programa Que´date en Me´xico, lo que implica que las personas solicitantes de asilo en Estados Unidos permanecera´n en nuestro pai´s mientras dura el procedimiento, violando su derecho a estar en el pai´s que ellos y ellas consideran seguro, y exponiendo a las personas a mu´ltiples factores y contextos de riesgo y vulnerabilidad frente al crimen organizado.
“Hemos visto que la manera de proceder del gobierno mexicano, en este tipo de casos, es “apagando el fuego”, sin buscar las causas de fondo. Es decir, mostrando en estos momentos su voluntad, pero dejando luego a las familias de las vi´ctimas sin acceso a medidas de asistencia, sin verdad, justicia y reparacio´n”, dijo la Red.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ISAÍN MANDUJANO.
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