A la crisis de deuda que ya enfrentaba la empresa se sumó la crisis de precios global e inédita; sin embargo, pudo dar tres buenas noticias: conservó el apoyo del gobierno, mantuvo el acceso a los mercados de capitales y logró reponer sus reservas en más de 100%.
En solo unos meses de este 2020, Pemex enfrentó todo lo que ha luchado por evitar: caída de la producción, colapso de los precios, devaluación del tipo de cambio y salir a los mercados a pedir nuevo financiamiento.
Las dificultades que deja este año de pandemia a la petrolera se resumen en un aumento de 68.2% en la deuda de corto plazo para alcanzar los 412 mil 064 millones de pesos, por lo que en 2021 será crucial la generación de flujo de efectivo para afrontar vencimientos que en dólares rondan los 18 mil 350 millones.