La Ciudad de México enfrenta su peor sequía en 30 años y mientras en la zona urbana se lucha para combatir las fugas en las que se desperdicia el 40% del agua, los productores de las alcaldías rurales de la Ciudad sortean su propia batalla buscando agua hasta debajo de las piedras para no perder sus cultivos.
“Anteriormente había agua, los canales que tenemos al lado estaban pues no razados, pero sí a un nivel aceptable y a la hora que usted quería regar, había agua, pero desafortunadamente se debe a lo que tanto hablan del cambio climático, pues las aguas se han escaseado”, dice Juan Galicia Peña, productor de brócoli y romeritos en San Andrés Mixquic, en la Alcaldía de Tláhuac.