El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya Austin ganó la apelación que promovió en contra de la prisión preventiva justificada que se le impuso en noviembre pasado por el proceso abierto en su contra por el caso Odebrecht.
Autoridades judiciales confirmaron a Animal Político que un Tribunal federal consideró que la decisión de encarcelarlo no estuvo bien fundamentada por parte del juez de control Artemio Zúñiga, por lo que ordenó que se lleve a cabo una nueva audiencia en la que se revise la petición de la Fiscalía General de la República (FGR) de someterlo a esta medida cautelar.
La audiencia en la que el juez de control del Reclusorio Norte revisará si deja libre a Lozoya, o no, será el día de mañana, 25 de agosto, a las 13:30 horas.
Si el juez decide ya no dictar la prisión preventiva en su contra esto significaría la libertad inmediata del exfuncionario federal dado que, previamente, ya había conseguido que se le retirara la misma medida que se le había impuesto por el caso Agronitrogenados.
En caso de que el juez Zúñiga (u otro diverso que lleve a cabo la audiencia) determine que es procedente la prisión preventiva justificada deberá fundamentar adecuada mente su decisión.
Cabe recordar que el juez había decidido encarcelar de forma preventiva a Lozoya en el Reclusorio Norte a petición de los fiscales de la FGR, y de los representantes de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda y de Pemex. El argumento de las autoridades federales es que dicho exfuncionario cuenta con recursos económicos y redes de apoyo que pueden ayudarlo a darse a la fuga y, con eso, obstaculizar el proceso iniciado en su contra.
Sin embargo, los abogados del exdirector de Pemex han insistido en que las prisiones preventivas que se le impusieron por ambos procesos son injustificadas, pues el exfuncionario no había violado las medidas que previamente se le impusieron como la portación de un brazalete o firmar una hoja de control mensualmente.
Argumentaron, en cambio, que la decisión de modificarle la medida cautelar era una especie de castigo o represalia, luego de que se sorprendiera al exfuncionario cenando en un restaurante de lujo en Polanco.
Con independencia de la decisión que se determine respecto a la medida cautelar, el proceso penal en contra de Lozoya continúa en curso. La FGR ya le solicitó al juez que sea llevado a juicio, se le declare culpable y se le imponga una pena de hasta 39 años de prisión. Lo que sigue ahora es la respuesta de la defensa y el descubrimiento de las pruebas. En el caso Agronitrogenados, la FGR pidió también juicio y una condena de 15 año de cárcel
A menos que el exdirector de Pemex logre alcanzar un acuerdo, podría enfrentar juicio por uno o los dos procesos penales iniciados en su contra este mismo año.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ARTURO ANGEL.
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