La constructora Prodemex-Proacon, propiedad de Olegario Vázquez Raña, consiguió un procedimiento de adjudicación directa para obtener un contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego de que 20 días antes, la constructora fue descalificada para ese mismo contrato durante una licitación con otras cuatro empresas que aspiraban a realizar obras en la Mina Pasta de Conchos.
Aún más: de acuerdo con el expediente del procedimiento, cuya copia tiene Proceso, la CFE no establece monto a contratar, sino que le pide a Proacon que ponga el precio.
Se trata de una obra especializada, a realizar en la mina Pasta de Conchos, como parte de los trabajos para la recuperación de los 63 cuerpos sepultados en el filón desde el accidente ocurrido en febrero de 2006.
Los trabajos, presentados técnicamente como “construcción de lumbreras” consisten principalmente en la construcción de dos tiros verticales, esto es, de dos túneles que por ser subterráneos, implican acciones complejas de seguridad tales como inhibición de polvo de carbón, ventilaciones específicas para evitar la acumulación de gas y colocación de ademes (soportes) bajo técnicas especializadas, así como previsiones para extracción de agua a fin de evitar inundaciones, e instalaciones eléctricas extremadamente seguras, entre otras.
El pasado 9 de noviembre, la CFE convocó al “Concurso Abierto de Carácter Internacional bajo la cobertura de los Tratados para Obra a Precio Mixto y Evaluación por Precio con el número CFE-0035-CACOT-003-2021”, cuyo objetivo era la “Construcción de Lumbreras PCT-1 y PCT-2 en la Mina Pasta de Conchos”.
Al dicho concurso se presentaron cinco consorcios, entre estos Prodemex-Proacon que, sin embargo, el 4 de enero terminó, como las demás concursantes, descalificada.
En síntesis, la CFE a través de la Dirección Corporativa de Ingeniería y Proyectos de Infraestructura, determinó que las empresas de Vázquez Raña eran descalificadas porque ni siquiera cumplían con la “descripción de la planeación integral del concursante para realizar los trabajos, incluyendo el procedimiento constructivo de ejecución”.
La conclusión plasmada en el fallo de la licitación abunda en que las empresas concursantes en general, no cumplieron “con los requisitos técnicos, legales y administrativos solicitados en el Pliego de Requisitos, realizando la evaluación de cada requisito solicitado, por lo que se determinaron no solventes”.
Sin experiencia
En el caso de Prodemex, la CFE concluyó que su propuesta no contempló un aspecto de primera importancia, como lo es el eléctrico, pues no presentó nada relativo a las subestaciones eléctricas necesarias para realizar trabajos que deben ser a prueba de explosión y contar con ceritificaciones específicas.
En concreto, dichas instalaciones eléctricas deben ser “intrínsecamente seguras” y cumplir como requisito con un plan de seguridad “especificado, aprobado y certificado” conforme a un diseño integral considerado en la norma “NFPA-120 Estándar for Fire Prevention and Control in Coal Mines”.
Este aspecto resulta fundamental, pues la minería de carbón es altamente explosiva, requiere de experiencia en los trabajos y, hasta donde se pudo aquilatar, Prodemex y subsidiarias, jamás han trabajado en el sector.
No obstante, el pasado 27 de enero, la CFE envió una solicitud de oferta a Proacon a fin de que presente, junto con Desarrollo de Terracerías, otra empresa filial de Prodemex, la propuesta para realizar esos trabajos mediante el procedimiento de adjudicación directa con una oferta económica que debe entregar a más tardar este martes 1 de febrero.
Los trabajos en la Mina Pasta de Conchos han seguido un proceso polémico, pues con el propósito de rescatar los cuerpos el Estado Mexicano asume los costos dejando a salvo a la empresa propietaria de la mina, Industrial Minera México, subsidiaria de Grupo México, que preside Germán Larrea Mota Velazco.
De acuerdo con los diferentes anuncios realizados al respecto por el presidente López Obrador, los trabajos se pagarán con la recuperación de carbón en el yacimiento para ser aprovechado en la carboeléctricas de la CFE.
En los últimos meses, la CFE ha realizado adjudicaciones directas de contratos con aparente favoritismo. Por ejemplo, en octubre pasado, adjudicó un contrato millonario a la Compañía Minera Zapalinamé, una filial de Minerales Industrializados, la empresa propiedad del senador morenista, Armando Guadiana Tijerina que hasta hace un año presidió la Comisión de Energía en el Senado.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
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