La primera protesta de periodistas este 2022 fue el 25 de enero tras los asesinatos de José Luis Gamboa en Veracruz, y de Margarito Martínez y Lourdes Maldonado en Tijuana.
Puntuales, los periodistas en la Ciudad de México acudieron a las instalaciones de una Segob cercada por vallas metálicas, donde dieron lectura a un pronunciamiento replicado a lo largo del día durante las protestas realizadas en diferentes partes del país, siento ésta la segunda ocasión en este año en que se lleva a cabo una manifestación colectiva.
La primera ocasión, el 25 de enero, tras los asesinatos de José Luis Gamboa en Veracruz, y de Margarito Martínez y Lourdes Maldonado en Tijuana, 65 ciudades del país atestiguaron las protestas de periodistas.
En esta ocasión, luego de los asesinatos de Roberto Toledo y Heber López, decenas de comunicadores conjuraron el silencio para “exigir justicia para nuestros colegas asesinados y desaparecidos, el esclarecimiento de los crímenes, la no repetición a los hechos y un alto a la violencia contra la prensa mexicana”.
En el pronunciamiento, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador; al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, así como al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero; y a gobernadores y fiscales de las 32 entidades de la República, los comunicadores alertaron que en la actual administración han sido asesinadas al menos 30 periodistas, sumando unos 150 desde 2000, y 23 desaparecidos.
Para los periodistas reunidos, es “urgente que cese la violencia contra la prensa, la misma que el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros gobernantes del país promueven a través de sus discursos de odio contra los medios y sus trabajadores”.
Con la advertencia de que los periodistas “no somos enemigos del Estado y exigimos garantías para ejercer nuestra labor sin temer por nuestras vidas”, los comunicadores reunidos consideraron que en este sexenio se vive “la crisis más violenta desde 2017, cuando aún gobernaba el régimen neoliberal”.
Frente a las instalaciones de la Segob, apuntaron que a la violencia ejercida contra la prensa por autoridades y el crimen organizado, o la colusión de ambos, se suma la precarización de los trabajadores de los medios.
De acuerdo al texto acordado por unos 300 periodistas del país, y leído frente a Gobernación por tres comunicadoras, a casos de extrema violencia que tienen como máxima expresión el asesinato, los periodistas sufren de manera cotidiana otras formas de violencia como la “negación de los derechos laborales, las y los trabajadores laboramos largas horas por salarios miserables, sufrimos acoso laboral y sexual, tememos por nuestra seguridad y no tenemos asegurada una vejez, digna en caso de que lleguemos a la vejez”.
Al describir que, de manera cotidiana, la mayoría de los periodistas requieren laborar en distintos medios para completar el salario, carecen de descanso digno, mientras su salud mental se ve afectada, los comunicadores reunidos lamentaron que la respuesta de los tres niveles de gobierno a los llamados de alerta ha sido “el silencio y la continuidad de los asesinatos”.
De acuerdo al pronunciamiento leído en las movilizaciones de este lunes, los periodistas propusieron avanzar en la conformación de un movimiento nacional que no sea solamente reactivo a hechos violentos, sino que actúe de manera permanente en defensa del gremio.
Los periodistas exigieron el esclarecimiento de los crímenes de sus colegas, que se tome en cuenta el ejercicio periodístico como línea de investigación y rechazaron la simulación de investigaciones.
En nombre de los periodistas asesinados, los comunicadores reunidos llamaron a la sociedad en general a sumarse a las movilizaciones en defensa de la prensa, porque “cada vez que una trabajadora o un trabajador de los medios de comunicación es atacado o es asesinado, se vulnera su derecho al acceso a la información y a la libertad de expresión”.
El pronunciamiento fue leído en movilizaciones convocadas en Cuernavaca, Morelos; Cancún, Quintana Roo; Campeche, Campeche; Xalapa, Veracruz; Mérida Yucatán; Tepic, Nayarit; Chihuahua, Chihuahua; Chilpancingo, Guerrero, y Oaxaca, Oaxaca, entre otras ciudades.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.
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