jueves, 3 de febrero de 2022

Veracruz: 24 cruces para la prensa

Veracruz es un lecho de muerte para el periodismo en México. Acumula 24 homicidios en los últimos 11 años, que abarcan las administraciones del priista Javier Duarte, del panista Miguel Ángel Yunes y lo que va de la administración del morenista Cuitláhuac García Jiménez.

José Luis Gamboa se convirtió en el cuarto comunicador asesinado en los primeros tres años del actual gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez, junto con el reportero del Gráfico de Xalapa Jorge Celestino Ruiz, el locutor de Ori Estéreo y político Jacinto Romero así como María Elena Ferral, periodista del Diario de Xalapa.

Veracruz es un lecho de muerte para el periodismo en México. Acumula 24 homicidios en los últimos 11 años, que abarcan las administraciones del priista Javier Duarte (17 homicidios), del panista Miguel Ángel Yunes (3) y lo que va de la administración de García Jiménez. Sólo en uno de los casos hay autores materiales e intelectuales presos, pero sin una sentencia.

Gamboa Arenas, comunicador en redes sociales e hijo del periodista Apolonio Gamboa, fue herido (con un cuchillo o a navajazos) cerca de la media noche del pasado lunes 10 en el cruce de las calles Acequia y Amate del fraccionamiento Floresta en el Puerto de Veracruz y fue declarado muerto en los primeros minutos del martes 11.

La esposa, Alma de la Merced, y un hermano de Gamboa Arenas, reclamaron el cuerpo el sábado 15. No fue sino hasta la mañana del lunes 17 cuando el gobernador, Cuitláhuac García, aceptó que había dos líneas de investigación por el asesinato: una por su ejercicio crítico en las redes sociales, “pues no publicaba en ningún medio”, y otra, la menos robustecida –dijo– que podría ser el robo.

Gamboa recibió más de siete heridas (con cuchillo o navaja) en cara, tórax, cuello y manos. La autopsia practicada por Servicios Periciales reveló que el comunicador intentó defenderse del o los atacantes, situación sobre la que todavía no se tienen certezas por parte de la Fiscalía del estado.

Hijo de Apolonio Gamboa, quien décadas atrás fundó el tabloide La Noticia, José Luis era un comunicador de redes sociales crítico hacia los gobiernos de Morena a nivel estatal y a nivel municipal con el PAN. Se identificaba en redes sociales como director de Info Regio Network, que era en realidad una página en Facebook.

En sus comentarios solía quejarse del insostenible “cobro de piso” del Cártel de Jalisco Nueva Generación hacia comercios de colonias y de la zona centro del puerto de Veracruz. “Tres mil pesos por local” –solía decir–, y apuntaba a la complicidad de policías estatales y autoridades municipales del área de comercio y gobernación.

En el Zócalo de Veracruz Gamboa Arenas solía transmitir videocolumnas y comentarios ácidos contra el gobernador Cuitláhuac García y el secretario de gobierno, Eric Cisneros; también la emprendía con dureza en su momento contra el panista Fernando Yunes, cuando éste era alcalde. Con frecuencia recriminaba corrupción de las autoridades de Tránsito Estatal, a quienes acusaba de estar al servicio de organizaciones criminales.

Quienes lo trataron recuerdan que Gamboa casi todos los días acudía a un restaurante del Zócalo de Veracruz, donde tomaba café y se reunía con amistades o algunos reporteros. Durante el resto del día también era “gestor de trámites ante instituciones de gobierno”, actividad que le generaba el sustento diario, pues no se conoce que percibiera ingresos por columnas o lo que difundía en sus redes sociales.

El último artículo que escribió en sus redes sociales –sus cuentas en Facebook y Twitter fueron eliminadas del ciberespacio– se tituló “Se cierra el círculo”, donde se refirió a corrupción y el crimen organizado en diversas zonas del estado, como Veracruz, Boca del Río y Medellín, con nombres de funcionarios y políticos de diversa militancia.

“Para el narco las únicas fronteras o límites son las que ellos ponen, porque para eso pagan a los candidatos a alcaldes de manera anticipada en sus campañas”, fue una de las frases de esta última columna.

Deuda de justicia
De los 24 asesinatos de periodistas de Veracruz, sólo el del reportero de Liberal del Sur y Notisur, Gregorio, Goyo, Jiménez ha sido oficialmente resuelto por la Fiscalía… aunque a medias. Las seis personas que lo privaron de la vida –autores materiales e intelectuales– están en la cárcel del Duport Ostión en Coatzacoalcos, pero sin recibir sentencia, pese a que el homicidio ocurrió en 2013.

Impunes se encuentran los homicidios de la corresponsal de Proceso en Veracruz, Regina Martínez Pérez, asesinada el 28 de abril de 2012, y el fotoperiodista colaborador de este medio Rubén Espinosa Becerril, encontrado muerto junto con cuatro mujeres el 31 de julio de 2015 en un departamento de la colonia Narvarte.

En lo que va de la administración de Cuitláhuac García han sido asesinados el reportero del Gráfico de Xalapa, Jorge Celestino Ruiz; el locutor de Ori Estéreo y político, Jacinto Romero; la reportera de Diario de Xalapa, María Elena Ferral y José Luis Gamboa. En los casos de Romero y Ferral hay detenidos, cuyos procesos penales aún continúan en curso.

En Xalapa, María Elena Fernández Ferral, hija de la periodista María Elena Ferral –asesinada por un grupo de sicarios en Papantla el 30 de marzo de 2020– tronó contra la Fiscalía general del estado durante la movilización nacional convocada a raíz de los asesinatos en Tijuana y Veracruz, porque en dicha instancia sólo le dan largas con la investigación.

“No veo la justicia. Yo ya lo declaré muchas veces, ojalá en la lista de compañeros muertos mi madre hubiera sido la última. Pero no fue así, continúan las agresiones, continúa la violencia y en la Fiscalía sólo me dicen que continúan las investigaciones, sin que llegue una real impartición de justicia”.   

Texto publicado en el número 2361 de la edición impresa de Proceso

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: NOÉ ZAVALETA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario