Mujeres de todas las edades, desde adolescentes hasta adultas mayores de 86 años, se reúnen en diversos puntos de la capital mexicana y avanzan rumbo al Zócalo; protestan así contra la violencia de género, los feminicidios y la desigualdad estructural en el país.
Miles de mujeres en la Ciudad de México iniciaron esta tarde la Marcha del 8 de Marzo con el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer y que en el país se ha convertido en un acontecimiento social donde las mexicanas reclaman a las autoridades la impunidad que priva ante las diversas violencias que sufren: desde los feminicidios, el maltrato familiar y laboral hasta el acoso, entre muchas otras.
Con consignas como ¡”Ni una más, ni una más!”, que hace referencia a los asesinatos diarios contra mujeres y niñas en todo el país, o “¡Justicia, justicia!”, miles de mujeres de todas las edades caminan sobre la avenida Paseo de la Reforma, resguardadas por oficiales de la policía capitalina, la mayoría de ellas también mujeres.
El grupo compacto de la marcha dista mucho en los reclamos más violentos que, desde la retaguardia, realizan mujeres vestidas de negro, encapuchadas y que portan herramientas como martillos, mazos y tubos.
Las mujeres embozadas comenzaron a romper mobiliario público, mientras la policía resguarda su paso a la distancia.
Hasta ahora, de acuerdo con cifras oficiales, hay 12 lesionados: nueve civiles y tres policías. Una policía requirió atención por una herida de picahielo y otras dos civiles fueron trasladadas a un hospital en el sur de la capital luego de que una estructura de cristal que intentaban tirar les cayó encima.
Más temprano, minutos después de las 14:00 horas (tiempo del centro de México), un grupo de mujeres comenzó a marchar desde la Glorieta de Insurgentes para juntarse con el contingente que saldrá más tarde desde la Victoria Alada, en la Ciudad de México, y exigir en conjunto, como lo harán miles y miles más en varias ciudades del país, alto a la violencia de género.
“¡Nos queremos vivas!”, “¡Nos queremos libres!”, se lee en diversas pancartas que portan las participantes, así como los nombres de miles que han sido asesinadas sin que hasta ahora se les haya hecho justicia.
La señora María Eugenia necesitó venir a marchar por primera vez este 8M para manifestar su rabia ante la impunidad. Un hombre le mató hace cinco años a su hermana menor Karla cuando ella tenía 23 años. Era su pareja. Las autoridades de la Ciudad de México le dijeron que se había suicidado. Él escapó.
La que sí estuvo apunto de suicidarse con 90 pastillas fue su hija Michelle, de 18 años, luego de sufrir maltrato psicológico de un hombre de 36 años con quien decidió juntarse.
“Ya decidí levantar la voz”, dijo la joven que también ha sufrido acoso en las calles.
Fernanda, a sus 19 años, vino a protestar por primera vez porque está harta de sufrir acoso y quiso sentirse apoyada por otra mujeres.
“Está cabrón lo que vivimos las mujeres día a día. Quiero apoyar y sentir apoyo”, afirmó rodeada de cientos de mujeres portando paleacates morados.
“Policía, escucha, tu hija está en la lucha”, gritan las mujeres a los policías que se preparan para el inicio de la marcha en Avenida Reforma. “Decirme puta no te hará más hombre”, exclaman.
Mientras por un lado cientos y cientos caminan por Reforma entre banderas, carteles y humo morado, por el otro, una larga fila de policías mujeres vigilan la protesta hasta el momento sin índices de violencia.
El Servicio de Metrobús, de la Línea 1, ya se encuentra suspendido desde la estación Sonora. En la zona, varios contingentes de feministas salen y caminan rumbo a Paseo de la Reforma.
“No creo que haya más violencia que los feminicidios que van”, afirmó Danelly, de 31 años, sobre la advertencia del gobierno local y federal sobre qué habrá 15 grupos de choque.
Mataron a su amiga Itzel hace tres años y desde entonces protesta y, como necesita dinero, también vende paleacates durante la manifestación. “Verga violadora, a la licuadora”.
AUTOR: DULCE OLVERA.
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