Desde tiempos de la Guerra Cristera, San José de Gracia, cabecera municipal de Marcos Castellanos, Michoacán, no había sido escenario de una masacre como la del 27 de febrero, cuando decenas de pistoleros incursionaron en el pueblo y ejecutaron a sangre fría a un grupo de personas que habían acudido a un velorio.
Tras la matanza, los gobiernos estatal y federal responsabilizaron a la Policía Municipal de no haber alertado al resto de las corporaciones de seguridad sobre ese suceso, y la Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una investigación al respecto.
Jorge Luis Anguiano Partida, presidente municipal de Marcos Castellanos, narra en entrevista con Proceso que la instancia municipal pasó el reporte a las cuatro y media de la tarde y las fuerzas federales y estatales llegaron casi a las ocho de la noche.
“No es justo que, en una situación de inseguridad de todo el país, los municipios siempre sean los perdedores, los malos, los tontos o los olvidados”, se queja el edil.
El móvil del ataque a los asistentes al velorio, según versiones de las autoridades, fue la venganza de Abel “N”, El Toro, contra Alejandro “N”, El Pelón, ambos operadores del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en diferentes regiones, quienes mantenían rencillas por acusaciones recíprocas de asesinato y desaparición de familiares, por lo que no hubo reparos en desatar una guerra intestina.
Al Toro se le atribuía haber ordenado en 2018 la desaparición y probable privación de la vida de un hermano del Pelón, en tanto que a éste se le responsabilizaba de haber asesinado en 2021 a un hermano del primero.
De acuerdo con las autoridades, Alejandro “N” operaba para el CJNG en Colima y su rival le advirtió que no regresara a San José de Gracia, pero esa tarde se presentó a los funerales de su madre –fallecida la víspera en un hospital de Sahuayo– resguardado por alrededor de 15 escoltas.
No tardó en llegar Abel “N” con una cantidad superior de acompañantes, quienes sometieron y desarmaron al Pelón y presumiblemente a sus hombres, obligándolos a pararse frente a una pared, donde los acribillaron, recogieron los cuerpos y lavaron con agua y productos de limpieza la escena del crimen.
Aun así la FGE reportó haber encontrado en el lugar alrededor de un centenar de cartuchos percutidos de armas calibre .9, 7.72, 5.56 y .45.
El multihomicidio, ocurrido después de las 15:30 horas en la calle Reforma casi esquina con Galeana, a escasas dos cuadras del Palacio Municipal, conmocionó a los habitantes de San José de Gracia, que vivieron momentos de miedo e incertidumbre de los que hasta ahora se habían mantenido a salvo.
El alcalde Jorge Luis Anguiano relata que se enteró de que algo estaba pasando al oír las detonaciones, pues a esa hora se encontraba en un domicilio no lejos del lugar de los acontecimientos.
Fragmento del reportaje publicado en la edición2366 del semanario Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO ZAMORA BRISEÑO.
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