“Por Zaira, quien desapareció en Huajuapán”, gritaban mujeres en la mixteca oaxaqueña durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer. “Por Viridiana, Celia, Mataly, Marina, Dayana, Luisa y todas las mujeres asesinadas”, lloraban las jóvenes zapotecas en Juchitán.
Este 8 de marzo, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, las oaxaqueñas salieron a las calles a denunciar la violencia que se vive esta entidad sureña, en donde se han registrado 601 femincidios en lo que va de la administración del gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
“Racaladxe’ guibaneniaa ca benda” (Nos queremos vivas) se leía en las cartulinas que portaban las jóvenes, mientras protestaban por las calles de Juchitán.
La marcha de las zapotecas concluyó en el Monumento a la Mujer Juchiteca, en donde entonaron cantos de “Vivir sin miedo” y colocaron carteles con sus exigencias.
“Estas lágrimas son por Arsenia”, expresó una joven vestida con enagua y huipil oscuro en señal de luto. “Era mi amiga y la asesinaron, por eso salí a marchar para exigir justicia y que su muerte no quede impune, como ha ocurrido con muchos feminicidios”, dijo.
Horas antes, el Grupo de Mujeres 8 de Marzo realizó una cadena contra la violencia en el Centro de Justicia para las Mujeres Istmeñas, en donde colocaron un ataúd de color púrpura y cruces en señal de impunidad.
Rogelia González Luis, defensora de las mujeres, resaltó que ya no se puede vivir en la impunidad y que los feminicidios y agresiones deben parar.
En su lengua materna, el didxazá (zapoteco), y ataviada con su enagua y huipil con flores, la activista con más de 30 años de lucha por los derechos de las mujeres lamentó que para las autoridades las mujeres no cuentan.
“Seguimos siendo estadísticas, faltan políticas públicas que funcionen, porque todos los días atendemos en nuestras oficinas a mujeres huyendo de la violencia, temiendo por sus vidas. Eso no es vida, y por eso salimos a las calles”, resaltó.
En las calles céntricas de Juchitán, esta agrupación feminista develó el mural “Gunaa guie’ quichi’,ti guiluxhé guendanana’ guidubinaca guidxilayú / Mujeres sembrando la paz en el mundo”, de la artista Estephanie Chirinos.
Las marchas se replicaron en Ciudad Ixtepec, Tehuantepec, Unión Hidalgo, con la misma exigencia: parar la violencia contra las mujeres.
En la capital oaxaqueña, mujeres de diversas colectivas colocaron cruces rosas y velas afuera de la “Casa Oaxaca” como exigencia de justicia y recordaron el feminicidio de la fotógrafa María del Sol Cruz Jarquín, ocurrido en 2018. Su madre, Soledad Jarquín, resaltó que una vez más la impunidad es la que resalta en la violencia institucional que viven las oaxaqueñas en la búsqueda de justicia para sus hijas.
“Los edificios no nos representan”, expresaron un grupo de jóvenes durante la marcha vespertina en la ciudad de Oaxaca al realizar pintas al exterior de las instalaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña (SMO).
De acuerdo con los datos hemerográficos del Grupo de Estudios «Ges Mujer», en lo que va de este año han sido asesinadas, 26 oaxaqueñas, por lo que las mujeres exigieron en un grito «¡No más violencia feminicida!»
AUTOR: DIANA MANZO.
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