Campesinos y ejidatarios de Puebla protestaron en el sembradío de fresas, arándanos y frambuesas de la empresa canadiense Driscoll’s, instalada en la comunidad de San Andrés Payuca, Puebla, para denunciar el saqueo y la sobreexplotación del agua en el riego de los cultivos, en el marco del séptimo día de la “Caravana por el agua y por la vida: Pueblos unidos contra el despojo capitalista”.
Durante la protesta, los ejidatarios acusaron que Driscoll’s, que llegó a la comunidad hace cinco años, es responsable de la sequía en la región por el uso de cañones antigranizo y la sobreexplotación de los pozos agua, y responsabilizaron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por otorgar las concesiones a la transnacional.
Explicaron que las las tierras que siembra la planta canadiense son rentadas por los terratenientes y la clase política. Los empresarios, señalaron los pueblos de la Caravana, “comenzaron sembrando 500 hectáreas con todo y pozos de riesgo que les cobran los terratenientes. Tienen ocultas las concesiones y los pozos. Investigamos en la Conagua y lo más que descubrimos fueron tres o cuatro concesiones con 500 mil metros cúbicos de agua al año”.
En la protesta, los ejidatarios aseguraron que la Cuenca de aguas Libres-Oriental, que abarca 33 municipios de Puebla, Tlaxcala y Veracruz, no sólo es saqueada por la canadiense Driscoll’s, sino también por Granjas Carroll y por la cervecera Heineken.
“Los terratenientes tienen riego suficiente para sus cultivos de hortalizas, mientras que a los campesinos y los ejidatarios la Conagua les niega el agua”, señalaron en los sembradíos de la canadiense, donde lamentaron que ya no hay agua para sus parcelas.
La Cuenca Libres-Oriental es la única cuenca de Puebla que aún tiene agua, por lo que los gobiernos federal y estatal la tienen en la mira como reserva para abastecer la escasez y la sequía que se aproximan en las ciudades de Puebla y México, explicaron.
“En esta región quisieron llevarse el agua para la Ciudad de México y para la ciudad de Puebla con un Plan Moctezuma, pero los pueblos lo rechazamos y no los dejamos. Ahora exigimos que el agua del subsuelo sea para los campesinos, que nos den concesiones de riego para nuestras parcelas ejidales”, exigieron los ejidatarios.
La Caravana también exigió una nueva Ley de Aguas Nacionales y la cancelación de todas las concesiones de agua que desde los años 70 han permitido a las empresas transnacionales despojar a los pueblos del líquido vital.
“No es sequía, es saqueo”, concluyeron los pueblos de la región en la protesta en San Andrés Payuca.
AUTOR: REDACCIÓN.
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