Gracias a un amparo solicitado por la representación legal de Roxana, la medida cautelar en contra de Roxana fue suspendida temporalmente, por lo que aún podrá continuar su proceso jurídico fuera de la prisión; Roxana estuvo recluida nueve meses en el penal del Bordo de Xochiaca por asesinar a su violador en defensa propia.
Un Juez federal otorgó la suspensión provisional en el juicio de amparo solicitado por Roxana Ruiz, la joven que estuvo recluida en el penal del Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl, Estado de México desde mayo del año pasado, por haber asesinado a su atacante en un acto de defensa personal ante una agresión sexual.
“El juzgado ha sido sensible y en un primer momento nos concede la suspensión provisional del acto reclamado que era impedir que Roxana ingresara a prisión”, delcaró Ángel Carrera, representante legal del Roxana.
Desde su detención en mayo de 2021 por el asesinato del hombre que la violó, ella estuvo encerrada en un penal del Estado de México; sin embargo, el 16 de febrero de este año salió gracias a la resolución de un Juez de control, quien señaló que las garantías de Roxana habían sido violadas y revocó la prisión preventiva como medida cautelar.
Pero, el pasado 8 de abril, el Tribunal de Alzada de Texcoco revocó la resolución del Juez de control, por lo que fue notificada para que en su próxima audiencia fuera ingresada a una prisión de nuevo.
Ante esta cuestión, Ángel Carrera presentó un recurso de amparo ante el Poder Judicial de la Federación (PJF),el cual fue admitido por dicha dependecia.
El representante de la joven argumentó que Roxana ha cumplido con todas las medidas indicadas por las autoridades durante su proceso jurídico, como acudir a las firmas respectivas, ir a terapia psicológica y no salir de la ciudad.
“El juzgado [está] en espera de que lleguen los informes tanto previos, como justificados de las autoridades responsables para el efecto de que si están de acuerdo con lo que estamos reclamando”, complementó Carrera.
Con respecto al porvenir del proceso, Carrera señaló que por el momento hace falta la entrega de las copias certificadas en donde se señale la suspensión temporal; así como la búsqueda de la suspensión definitiva, la cual asegura el abogado que se conseguirá pues, los motivos por los que existe la prisión preventiva en el derecho no aplican en el caso de Roxana.
“No hay razón para que Roxana esté en prisión. El propósito de la prisión preventiva es para que no haya obsstrucción de la justicia, no haya peligro para las víctimas, en fin ese tipo de cosas”, señaló.
Por su parte, Roxana Ruiz agradeció a las colectivas feministas que la han apoyado dentro de todo el proceso que ha vivido, además de que espera que las autoridades tomen conciencia con respecto a los derechos de las mujeres y sobre todo, de aquellas que se encuentran privadas de su libertad.
“El solo hecho de que las tengan encerradas, no las tomen en cuenta: valemos tanto las que estamos allá, las que estamos aquí y hay muchas privadas de su libertad injustamente, entonces que tomen conciencia las autoridades y las leyes y ya no se vea ese caso de corrupción y desinterés por nosotras”, declaró.
El 8 de mayo del año pasado fue cuando la vida de Roxana, quien también es madre de un niño de cuatro años, dio un giro de 180 grados. La joven llevaba siete años viviendo en el municipio de Nezahualcóyotl, a donde migró desde Oaxaca por la pobreza y en busca de empleo, el cual consiguió en un puesto de papas frente a una tienda de conveniencia.
Ese día al salir de su jornada laboral, una joven que trabajaba en la tienda de conveniencia le invitó una cerveza, ella la bebió y al retirarse para irse a su casa un sujeto, quien también laboraba en ese lugar, se ofreció a llevarla. A partir de ahí comenzaría todo su infierno.
“Sólo tomé una cerveza y le dije que me iba, en eso llegó un muchacho que trabaja en el lugar, sólo lo conocía de vista, no creí que fuera mala persona. Llegó cuando me estaba retirando, se ofreció a acompañarme a mi domicilio, que es muy cercano. Cuando llegamos se puso necio, me obligó a dejarlo entrar porque vivía lejos y dijo que si lo dejaba dormir en el cuarto, insistió tanto que me asusté y me dio miedo, por tonta accedí. Lo dejé entrar, le puse una colchoneta en el piso y le dije que ahí se podía quedar; me acosté y pasados unos minutos se subió a mi cama y me empezó a quitar la ropa, me golpeó, me violó, yo estaba en shock, sólo quise defenderme, pasé momentos horribles, sentí su aliento, sus manos, cuando me penetró y sólo quería que esto acabara. Le di un golpe en la nariz, empezó a sangrar y me dijo: ‘ahora sí te vas a morir’”, relata Roxana Ruiz en una carta.
El sujeto la golpeó fuertemente y cuando se distrajo, Roxana aprovechó para intentar defenderse con lo único que tenía a la mano, una playera.
“Me dio miedo, él me golpeaba, cuando se distrajo tomé una playera y se la puse en el cuello, lo asfixié, sentí miedo, terror, sólo no quería que no lastimara a alguien más; me sentí sola, denigrada, que no valía nada; sentí que todo era culpa mía por haber confiado en esas personas”, detalla Roxana. “Crecí en un pueblo donde todos se saludan y esa confianza me tiene recluida en el Penal del Bordo de Xochiaca y en donde el juez me sentenciará”.
Pero al defenderse Roxana asesinó a su agresor y luego fue detenida sin que se le diera la oportunidad de explicar que había sido violada.
AUTOR: REDACCIÓN.
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