La comunidad indígena y tepehuana de San Lorenzo de Azqueltán, en Jalisco, se sumó a la Caravana por la Dignidad y la Conciencia Wixárika que hoy llegó a la Ciudad de México, después de recorrer 900 kilómetros desde San Sebastián Teponahuaxtlán para exigir en Palacio Nacional la resititución de 11 mil hectáreas de tierra invadidas.
«Nos sumamos a la exigencia de que el gobierno federal haga valer las leyes, las sentencias emitidas por el Tribunal unitario Agrario del Distrito 16 y señale con precisión los pasos a seguir para la restitución inmediata de las tierras comunales, sin falsas mesas de negociación y sin pretextos que lleven a alargar el regreso de las tierras a sus verdaderos dueños», señaló la comunidad de Azqueltán en un comunicado.
El pueblo wixárika de Azqueltán celebró «la larga lucha de la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán por el territorio ancestral», el cual le fue reconocido con un título virreinal y posteriormente con una resolución presidencial.
«Sabemos, porque hemos sido testigos, de las invasiones causadas por la ambición y por las políticas de los gobiernos, que buscan siempre privilegiar a la propiedad privada sobre la propiedad colectiva para hacer la tierra una mercancía», destacaron los wixaritari.
Por ello, se sumaron a la exigencia del pueblo wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán para que el gobierno federal dé una solución integral y definitiva al conflicto agrario con los ganaderos nayaritas que invadieron más de 11 mil hectáreas de la comunidad.
Comunicado:
A la comunidad Wixárika de Waut+a- San Sebastián Teponahuaxtlán
Al pueblo y gobierno de México
La comunidad indígena tepehuana y wixárika de San Lorenzo de Azqueltán, en el municipio de Villa Guerrero, Jalisco, anunciamos que por acuerdo de la asamblea general, nuestras autoridades tradicionales y agrarias se suman a la marcha por la Dignidad y la Conciencia Wixárika, que luego de más de 900 kilómetros, arriba a la Ciudad de México y exigimos al gobierno federal que se dé una solución integral y definitiva al conflicto agrario en Huajimic, Nayarit.
Los pueblos indígenas no tenemos por qué mendigar la justicia, como si ganar un juicio no fuera algo que se nos tenga permitido a los que somos originarios de este país México, como si las leyes no hubieran sido hechas para nosotros, excepto las que están dirigidas al saqueo, a la privatización y al despojo.
Como comunidad de Azqueltán sabemos que no puede haber pequeñas propiedades sobre los terrenos comunales, pues para eso hay leyes que nos protegen, hay tratados internacionales y está la constitución mexicana.
Reconocemos la larga lucha de la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán por el territorio ancestral que le fue reconocido tanto en su título virreinal como en su resolución presidencial. Sabemos, porque hemos sido testigos, de las invasiones causadas por la ambición y por las políticas de los gobiernos, que buscan siempre privilegiar a la propiedad privada sobre la propiedad colectiva para hacer la tierra una mercancía. Con más razón cuando reconocemos esos territorios como sagrados, donde se manifiesta nuestras deidades y nuestra madre que es la tierra.
Hemos sido testigos también de la larga lucha de San Sebastián por defender y cuidar, como nuestra madre sagrada, a la tierra, que es su territorio ancestral, lo que es digno de admiración, respeto y un ejemplo para toda la región y para nuestro país.
Nos sumamos a la exigencia de que el Gobierno Federal haga valer las leyes, las sentencias emitidas por el Tribunal unitario Agrario del Distrito 16 y señale con precisión los pasos a seguir para la restitución inmediata de las tierras comunales, sin falsas mesas de negociación y sin pretextos que lleven a alargar el regreso de las tierras a sus verdaderos dueños.
Atentamente
A 26 de mayo de 2022
Comunidad Indígena de San Lorenzo Azqueltán, municipio de Villa Guerrero, Jalisco
AUTOR: REDACCIÓN.
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