En la víspera del Día de las Madres, familiares de desaparecidos se reunieron frente a la Fiscalía General de la República para colocar mosaicos con los rostros de sus seres queridos y exigir a las autoridades acciones de búsqueda y de justicia, pues, aseguran, hasta ahora su trabajo ha sido «incompetente».
«Sigo aquí buscándole, exigiendo que lo busquen, que lo regresen a casa. El 10 de mayo es un día especial, donde las madres celebramos ser madres, pero mi hijo no está. Es doloroso para nosotros estar aquí. Es una fecha muy conmemorativa para los mexicanos, pero yo no tengo nada que festejar desde hace trece años», dice por su parte María Elena Salazar Zamora, madre de Hugo Marcelino, desaparecido el 20 de julio de 2009 en Torreón, Coahuila.
Como los otros familiares, María Elena critica que «no hay cambios, no hay avances, seguimos en el mismo estancamiento. El gobierno, el primer mandatario del Estado Mexicano, no nos ha querido recibir».
Durante el acto por la reivindicación de la memoria, los familiares colocaron no sólo las fotografías de sus desaparecidos, sino también las huellas de sus zapatos, en cuyas suelas se grabaron mensajes de lucha que ayuden a dar con el paradero de sus hijos, hermanos, padres y amigos.
«Queremos hacer un recordatorio de cada una de sus caras para que al gobierno no se le olvide que ellos faltan y que no son un número más. Siempre hemos sido ignorados. Exigimos que el gobierno se haga cargo», señala Karla Daniela Ríos Villela, que busca a su hermana y su sobrina desde el 2017.
«Estamos reunidos varios grupos y familias en exigencia de la localización con vida de nuestros seres queridos. No hay mucho que celebrar el 10 de mayo si no tenemos a nuestros familiares con nosotros. Exigimos que el gobierno y la sociedad se una a nosotros para exigir el esclarecimiento de cada caso», agrega.
Por su parte, Adriana Moreno, que busca a su hijo Victor Adrián desde 2009, recuerda que acciones como la de colocar los mosaicos es para alzar la voz por los miles de desaparecidos en toda la República. «Estamos poniendo azulejos con las huellas de memoria y las fotos de nuestros tesoros desaparecidos. Los ponemos de frente para que en cuanto las autoridades salgan de la Fiscalía, sus ojos los persigan», explica.
Finalmente, el joven Eber Juan Sebastián, quien busca a su padre desaparecido desde el 11 de mayo de 2009, señala que el memorial también es «para que a otras personas no les toque lo que a nosotros, la incompetencia y todo lo relacionado con las autoridades que no hacen su trabajo. Al día de hoy estoy seguro de que me voy a morir buscando a mi padre».
Las familias de desaparecidos aseguran que por años han sido ignorados por las autoridades, sin que en la administración actual haya alguna diferencia. Es por ello que, afirman, acciones como el memorial frente a la FGR son necesarios para la concientización y para continuar con la exigencia de atención y aparición con vida de sus seres queridos.
AUTOR: REDACCIÓN.
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