Asesinado el pasado 22 de noviembre en San Pedro Garza García, Nuevo León, el empresario es revivido en el debate público local una y otra vez; primero por su relación y contratismo con el gobierno saliente, y desde hace unos días por el presunto financiamiento al candidato de Morena, Américo Villarreal Anaya, según sostiene el propio mandatario estatal, Francisco García Cabeza de Vaca.
En medio de una reconfiguración política estatal, destacados liderazgos del PRI y del PAN se han sumado a Villarreal Anaya, un priista de amplia trayectoria –como su padre homónimo, quien gobernó la entidad de 1987 a 1993– hasta 2017, cuando decidió ingresar a Morena y se convirtió al año siguiente en senador.
En el justo medio de las campañas electorales, hasta las encuestas más conservadoras le otorgan una ventaja en las preferencias electorales de 10 puntos sobre el candidato de la coalición PRI-PAN-PRD, César Verástegui Ostos, El Truko, alfil del gobernador panista García Cabeza de Vaca, de quien fue secretario de Gobierno.
En ese contexto, García Cabeza de Vaca incursionó en la campaña y el miércoles 11 reaccionó a unas declaraciones del candidato morenista, quien recordó el proceso que pesa sobre el mandatario estatal saliente por enriquecimiento inexplicable, así como al desafuero en su contra que nunca se ejecutó.
En su mensaje, García Cabeza de Vaca expuso que fue sometido a una persecución política armada por Santiago Nieto Castillo cuando era titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF); según él, el tiempo y la justicia le han dado la razón, por lo que, dijo, no permitirá que lo sigan señalando.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2376 del semanario Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
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