Han pasado 8 días del asesinato de los jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos y de la desaparición de los hermanos Paul Osvaldo y Armando Berrelleza Rábago, todos cometidos presuntamente por José Noriel Portillo Gil, apodado el Chueco, sin que las autoridades hayan podido detenerlo.
De acuerdo con la Fiscalía de Chihuahua, Portillo Gil privó de la libertad a los dos hermanos, también habitantes de la comunidad de Cerocahui, luego de que un equipos que presuntamente patrocina perdió un partido de béisbol contra el conjunto donde jugaban los hermanos.
El fiscal estatal, Roberto Fierro, narró que el Chueco llegó a la casa de los hermanos, disparó contra Paul, para después secuestrar a Armando e incendiar el lugar.
Ese mismo día, el presunto responsable interactuó con Pedro Palma, conocido guía de turistas en el zona a quien privó de la libertad. Si bien el hombre logró escapar, llegó “policontundido” al templo donde se encontraban los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, quienes también fueron asesinados al tratar de ayudarlo.
Un día después, la coordinación territorial de Sembrando Vida en Chihuahua lamentó los hechos y publicó una esquela por la muerte de Javier Campos y Paul Berrelleza, beneficiarios del programa social.
La Fiscalía de Chihuahua sostuvo que “se continúa con la búsqueda” de los hermanos, que se han realizado entrevistas a familiares, quienes ratificaron la denuncia por los hechos, sin embargo no hay avances en su localización.
Únicamente las autoridades anunciaron la recompensa de 5 millones de pesos por información que ayude a la captura del Chueco, “la recompensa más alta que se ha ofrecido en la historia del estado”, según el fiscal del estado.
Además, la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua detuvo a su primo, César Iván Portillo, como parte de las acciones para esclarecer los asesinatos.
La aprehensión de César Iván Portillo y de otro hombre se realizó mientras viajaban en un vehículo en posesión de dos armas largas, un arma corta y droga.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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