El presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la Iglesia católica luego de que obispos y la comunidad jesuita le pidieran cambiar la estrategia de seguridad de su gobierno, tras el asesinato de Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales, en Cerocahui, Chihuahua. Y los increpó por no levantar la voz durante el sexenio de Felipe Calderón.
El mandatario acusó a los sacerdotes de "hipocresía", y aseguró que en Chihuahua saben muy bien lo que sucedió "no fueron capaces de decir esto se origina por que las autoridades locales protegieron a esta persona (José Noriel Portillo Gil, alias "El Chueco") y aunque había orden de aprensión, actúo con absoluta libertad y participaba en política".
"¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Qué resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron cuando Felipe Calderón de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacre? Cuando se puso en práctica el mátalos en caliente, cuando se decía a los altos mandos del Ejército `ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos´. ¿Por qué esa hipocresía? Eso no se debe permitir a nadie y mucho menos a un religioso, sea pastor de una Iglesia Evangélica o sacerdote católico", cuestionó.
Durante la misa de despedida de los sacerdotes jesuitas, el líder de la comunidad jesuita en Cerocahui, en Chihuahua, dijo que “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos” y le pidieron al presidente revisar su proyecto de seguridad.
“Respetuosamente pido, pedimos, señor presidente de la República, revise su proyecto de seguridad pública, porque no vamos bien, y esto es clamor popular”, dijo el sacerdote jesuita Javier Ávila.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
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