sábado, 11 de junio de 2022

Cartel de Sinaloa afianza dominio del comercio de drogas sintéticas en México

Las autoridades del estado de Sinaloa, en el norte de México, han allanado varios laboratorios de drogas sintéticas, apuntando al rol del estado como un foco de producción de fentanilo y metanfetamina.

Entre el 3 y el 8 de junio, el ejército mexicano allanó 16 laboratorios clandestinos en varias ciudades cercanas a los municipios de Badiraguato, Cosalá y Elota, en el estado de Sinaloa, en la costa del Pacífico, como indican los comunicados de prensa del Ministerio de Defensa.

En el hallazgo más reciente, las autoridades decomisaron 2.000 litros de presunta metanfetamina en un laboratorio en las inmediaciones de la frontera con Durango, así como otros equipos. En los demás laboratorios, los agentes encontraron docenas de recipientes de metal y plástico con capacidad para 50 litros, utilizados para almacenar precursores químicos como ácido sulfúrico; también hallaron tanques, reactores e infraestructura de plomería utilizados para la elaboración de metanfetamina y fentanilo. En las operaciones también se incautaron vehículos para transportar las drogas elaboradas.

Sin embargo, no se realizaron arrestos en relación con los laboratorios de drogas.

En los últimos años, las autoridades han descubierto más laboratorios de drogas sintéticas en Sinaloa, el territorio del Cartel de Sinaloa, que en otros estados mexicanos, según datos del Ministerio de Defensa. Los datos oficiales a los que tuvo acceso Milenio indican que Sinaloa se encontraba entre los tres estados norteños, junto con Baja California y Sonora, donde se ha concentrado casi el 90 por ciento de las incautaciones de fentanilo desde finales de 2018 y principios de este año.

Como InSight Crime ha informado, tanto el Cartel de Sinaloa como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los principales actores criminales dedicados a la producción de drogas sintéticas en México. Pero la cantidad de laboratorios que se han detectado en el estado indica que el Cartel de Sinaloa quizá vaya a la delantera.

Análisis de InSight Crime

La ubicación geográfica de Sinaloa en la costa del Pacífico mexicano lo convierte en un punto estratégico para casi todas las etapas de la cadena de producción de drogas sintéticas.

En primer lugar, en el estado se encuentra el Puerto de Mazatlán, uno de los principales puertos de contenedores del país, que presta servicios al comercio marítimo entre México y países de Asia y Europa. Los precursores químicos utilizados para producir fentanilo y metanfetamina llegan al puerto principalmente desde China e India, pero también desde otros países de origen, como Alemania.

En segundo lugar, la Carretera Federal 15 actúa como una importante vía de sur a norte, partiendo desde Mazatlán, atravesando el centro de Sinaloa y finalmente conectando con Nogales en el estado de Sonora, en la frontera entre Estados Unidos y México. La carretera no solo les permite a grupos criminales, como el Cartel de Sinaloa, transportar precursores químicos a sitios de producción ocultos en zonas rurales —y a veces a laboratorios a plena vista, en viviendas de la capital, Culiacán—, sino también llevar el producto terminado hasta su destino principal: Estados Unidos.

Los grupos criminales suelen utilizar las rutas terrestres que conectan a México con Estados Unidos para pasar drogas a través de la frontera, llevándolas en compartimentos ocultos en vehículos de pasajeros o entre mercancías legítimas en tractocamiones que atraviesan los puertos de entrada. En efecto, un análisis reciente, fruto de seis meses de trabajo, elaborado por el Consejo Americano de Inmigración, sobre las incautaciones de fentanilo reportadas en la frontera suroeste por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (Customs and Border Protection, CBP), señala que los vehículos de pasajeros son de lejos el método de contrabando más común.

Dicha conectividad ha permitido un flujo constante de drogas sintéticas para satisfacer la demanda de Estados Unidos. Estimaciones recientes publicadas el mes pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) de Estados Unidos sitúan el número total de muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos en 2021 en más de 107.000, lo que representa un aumento del 15 por ciento con respecto a 2020, que fue un año récord en ese momento. Los opioides sintéticos fabricados ilegalmente, como el fentanilo, continúan causando estas muertes debido a la creciente producción en México.

Diversas fuentes, que incluyen desde funcionarios de salud hasta trabajadores de los programas de consumo de sustancias y funcionarios del gobierno, expresaron a InSight Crime su preocupación de que en un futuro cercano el fentanilo pueda tener un mayor impacto en el consumo de drogas de la zona.

Los altos niveles de producción están empezando a tener efectos en cadena en México, y no solo en la frontera. Los consumidores de drogas en ciudades fronterizas como Tijuana han estado cada vez más expuestos al fentanilo, lo que ha generado un aumento en las sobredosis de drogas. Además, en el mes de mayo, funcionarios de salud en la capital del estado de Sinaloa, más al sur, detectaron las primeras tres muertes por sobredosis de fentanilo registradas allí, lo que evidencia que la droga también ha comenzado a aparecer en el suministro de drogas del estado.

FUENTE: INSIGHT CRIME
AUTOR: PARKER ASMANN.

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