En un mitin afuera de las instalaciones militares de Iguala, padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 exigieron ayer al Ejército abrir los archivos del caso y reconocer sus implicaciones en estos hechos.
Al concluir el acto en el Campo Militar 35-C, antes 27 Batallón de Infantería, un grupo de estudiantes de Ayotzinapa también lanzó piedras y petardos contra las instalaciones del Ejército.
Un petardo cayó dentro del cajero de Banjercito y provocó una explosión. Durante estos hechos, no hubo personas lesionadas.
Afuera del Batallón de Infantería, madres y padres de los 43 reprocharon que a siete años y ocho meses no hay mandos militares sancionados, detenidos, procesados o juzgados por su implicación en el caso Ayotzinapa.
“Los culpables del caso andan libres mientras nosotros no sabemos dónde están nuestros hijos, eso no es justo, por eso exigimos a los militares reconocer sus implicaciones para saber dónde están nuestros hijos”, dijo María Martínez Zeferino, madre de Miguel Ángel Hernández Martínez, uno de los 43 estudiantes desaparecidos.
Durante el mitin, las puertas del 27 Batallón se mantuvieron cerradas y no hubo presencia de algún mando militar.
“Se encierran como cobardes, pero aquí estaremos diciéndoles sus cosas, ustedes son valientes de a montón y con sus armas”, dijo María Martínez.
Madres y padres de los 43 lamentaron que, a pesar de estar probada la participación del Ejército por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el gobierno federal mantiene firme su postura de defenderlo.
“Aquí los únicos que hacen su trabajo son los del grupo de expertos independientes, porque de ahí en fuera nadie hace nada”, mencionó otro padre de los 43 jóvenes.
También denunciaron que desde que se presentó el Tercer Informe del GIEI, el pasado 28 de marzo, buscan una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hasta la fecha no obtienen una respuesta de que los va a atender.
El contingente llegó a las 10:00 de la mañana al Palacio de Justicia, donde se tenía agendado un mitin para exigir a las autoridades judiciales entregar las grabaciones de las cámaras de seguridad del inmueble.
Madres y padres de los 43 exigen que les muestren las grabaciones de la noche del 26 de septiembre de 2014, pues justo frente a sus instalaciones fue interceptado un autobús con por lo menos 17 estudiantes de los 43 que están desaparecidos.
En este punto, dice el informe del GIEI, estos normalistas fueron bajados con violencia del autobús por elementos de la policía estatal y otros hombres armados.
Dicha versión también forma parte del expediente del caso con base en la declaración de un testigo protegido.
La tarde de este viernes, los manifestantes cancelaron el mitin afuera del Palacio de Justicia y se trasladaron a las instalaciones del Campo Militar 35-C, ubicado en la avenida Periférico Oriente de la ciudad de Iguala.
Ya en la zona militar y mientras se realizó el acto político, los estudiantes de Ayotzinapa realizaron pintas en la fachada del batallón: “Fue el Estado”, “Nos faltan 43” y “Fue el Ejército mexicano”.
Al término del mitin y mientras los manifestantes entonaban el himno “Venceremos”, un contingente de estudiantes comenzó a lanzar petardos y piedras dentro de la instalación militar.
También destruyeron el letrero de concreto donde se leía “27 Batallón de Infantería”.
La movilización fue parte de la jornada de lucha “26 de septiembre no se olvida”, que llegó a su quinto día. Comenzó el pasado lunes 6 de junio y concluirá el 16 de junio. Se realizan actividades en Guerrero y en la Ciudad de México y la jornada terminará con una marcha en la capital del país.
La jornada de lucha tiene como objetivo hacer visible la implicación del Ejército y la Marina la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de estudiantes de Ayotzinapa acudió a la ciudad de Iguala a una actividad de boteo y toma de autobuses con la finalidad de poder asistir a la marcha en conmemoración del 2 de octubre.
Dichas actividades son comunes por parte de los alumnos en la entidad, pero la respuesta de las autoridades la noche del 26 de septiembre superó lo registrado hasta entonces: policías municipales de Iguala abrieron fuego contra los estudiantes para impedir que salieran de la ciudad con los autobuses.
En aquellos hechos, la policía municipal con ayuda de hombres armados detuvo a 43 estudiantes, que después fueron desaparecidos sin que hasta la fecha se sepa de su paradero.
Durante la jornada de lucha, madres y padres de los 43 jóvenes desaparecidos reprocharon al presidente López Obrador que no se haya detenido a mandos militares implicados en el caso y que, a tres años y seis meses de su gobierno, la promesa de justicia hecha por el mandatario no se ha cumplido.
El lunes, las familias de los 43 comenzaron marchando en las calles de Chilpancingo, capital de Guerrero. Al día siguiente, se trasladaron al puerto de Acapulco, donde se confrontaron a empujones con elementos de la Marina al intentar acceder a la Octava Región Naval, para tener acceso a los archivos y expedientes del caso.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/AMAPOLA PERIODISMO.
AUTOR: /JOSÉ MIGUEL SÁNCHEZ.
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