Los directivos de la empresa Central ADN S.A. de C.V., conocida también como ADN México, reconocieron que en 2017 recibieron 45 mil perfiles genéticos por parte Roberto Cabrera Alfaro, entonces funcionario de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y posteriormente, primer titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), sin ningún tipo de control, convenio o contrato. Además, los representantes empresariales reconocieron que llevaron a cabo una prueba piloto con la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la cual les compartió perfiles genéticos contenidos en carpetas de investigación, y que estuvieron a punto de vender su software para identificar restos humanos a la Secretaría de Marina, dependencia que al final se limitó a conocer los servicios de la compañía mexicana.
En el segundo día del juicio que se sigue al ex titular de la CNB, Cabrera Alfaro, por el delito de ejercicio ilícito del servicio público, la Fiscalía General de la República (FGR) centró su acusación en la entrega de los 45 mil perfiles genéticos provenientes de bases de datos oficiales y de la recolección de muestras genéticas que la extinta Comisión Nacional de Seguridad y la Comisión Nacional de Búsqueda habría realizado entre centenares de familiares de víctimas de desaparecidos.
La acusación en contra del funcionario se funda en el artículo 214 del Código Penal Federal, fracción IV, el cual señala que comete el delito de ejercicio ilícito del servicio público quien “por sí o por interpósita persona, sustraiga, destruya, oculte, utilice, o inutilice ilícitamente información o documentación que se encuentre bajo su custodia o a la cual tenga acceso, o de la que tenga conocimiento en virtud de su empleo, cargo o comisión”, esto en clara referencia a los perfiles genéticos entregados a ADN México.
La primera entrega de los perfiles se habría realizado el 31 de mayo del 2017 en la sede principal de la CNS que se ubica en Constituyentes 947, colonia Belén de las Flores, según los testimonios de Mariana García Sosa, accionista de ADN México y representante comercial de la compañía, y de Lilian Heredia Melo, jefa de Laboratorio de la misma compañía.
A pesar de que hay un oficio firmado por Roberto Cabrera Alfaro con fecha del 31 de mayo del 2017, en su calidad de Coordinador General de Estrategias del Sistema de Seguridad Pública de la CNS, el argumento principal de la defensa es que el imputado no se reunió el día de los hechos con las directivas de ADN, por lo que tampoco realizó la entrega de los 45 mil perfiles genéticos que estaban en su poder a una empresa privada.
Ese oficio fue pieza clave en la acusación que la Fiscalía General de la República (FGR) presentó este lunes contra Roberto Cabrera Alfaro, ex colaborador del actual fiscal de Campeche y ex titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, derivado de la entrega de los perfiles genéticos que el ex funcionario judicial tenía en su poder.
De acuerdo con la socia y representante comercial de Central ADN S.A de C.V, Mariana García Sosa, la entrega de los perfiles genéticos fue una iniciativa de Roberto Cabrera, quien primero le llamó por teléfono para acordar un encuentro previo y luego se reunió con ella en la sede de la entonces CNS ubicadas en Constituyentes 947, dentro de las oficinas que tenía en ese momento Cabrera Alfaro.
Frente al tribunal de enjuiciamiento presidido por el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, Mariana García Sosa señaló a Roberto Cabrera Alfaro como el responsable de entregarle los perfiles genéticos de familiares de víctimas de desaparición y de bases de datos oficiales para unificar dicha información con las bases de datos de perfiles genéticos que ya tenía en su poder Central ADN o ADN México por sus contratos con Fiscalías o procuradurías estatales de Coahuila, San Luis Potosí, Michoacán y Morelos, por mencionar algunas de las 32 entidades federativas que tuvieron relaciones comerciales con esta compañía mexicana.
En su comparecencia, García Sosa también reveló que a la par que prestaba sus servicios para ADN México, también trabajaba para el ex consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, para temas de salud, a quién se refirió como “una persona muy importante que trabajó para el actual gobierno”, sin ofrecer más detalles de esta relación, ya que no es materia del juicio penal.
De hecho, su referencia a Julio Scherer Ibarra se dio por las contradicciones entre el testimonio que rindió ante el juez de la causa y una declaración ministerial que rindió en marzo del 2021 ante la Fiscalía General de la República, señalando que ese día, por la prisa que ella tenía para ver a esa persona importante, es decir, Julio Scherer, y el descuido de un ministerio público, confundió dos declaraciones y dos eventos relacionados con la entrega de perfiles genéticos.
Y es que según García Sosa, cuando Roberto Cabrera fue designado titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, ADN México le solicitó un nuevo oficio al funcionario federal para poder amparar la posesión de los perfiles genéticos provenientes de bases de datos oficiales y de familiares de personas desaparecidas. No obstante, este oficio no fue objeto de la acusación ni tampoco del material probatorio que se debate en el juicio oral.
A su vez, el director general de ADN México, Diego Ulibarri Gómez, reconoció que uno de los accionistas de la compañía es Hugo Pablo Scherer Castillo, primo del ex consejero jurídico, Julio Scherer Ibarra. Sin embargo, cabe aclarar que ninguno de los socios o accionistas de la empresa ha sido imputado por algún delito.
En el primer día de juicio, la jefa del laboratorio de genética de ADN México, Lilian Heredia Melo, reforzó el testimonio de Mariana García Sosa, ya que también narró la entrega de perfiles genéticos ocurrida supuestamente el 31 de mayo del 2017.
De acuerdo con Heredia Melo, ese día se vio reunió con Mariana García Sosa en Constituyentes, en las inmediaciones de la sede de la Comisión Nacional de Seguridad, para posteriormente ingresar a las oficinas de esa dependencia oficial y luego pasar a las oficinas de Roberto Cabrera Alfaro.
Heredia Melo explicó que los 45 mil perfiles genéticos que se le entregaron estaban en una nube interna propiedad de la CNS, por lo que primero se descargaron en una unidad móvil USB, para posteriormente pasarlos a una computadora propiedad de ADN México o Central ADN.
La operación habría durado solamente unos minutos, derivado de que ambas partes tenían pendientes y las únicas dos constancias del hecho que obran en el expediente son: el registro de Mariana García Sosa en el libro de visitas de la CNS y el oficio entregado por Roberto Cabrera Alfaro a la representante comercial de ADN México.
El oficio firmado por el ex servidor público no fue cuestionado en su legalidad y, por lo tanto, fue aceptado como prueba dentro del juicio oral contra Cabrera Alfaro. Sin embargo, el ex titular de la Comisión Nacional de Búsqueda no acepta que se hayan entregado los perfiles genéticos en la hora y fecha señalada, por lo que su defensa se basó en tres testimonios y en las constancias de su estancia en Culiacán, Sinaloa, el día 31 de mayo del 2017.
A pesar de las contradicciones con una de las tres declaraciones ministeriales que rindió ante la FGR, Mariana García Sosa refrendó ante el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna y bajo juramento de no faltar a la verdad, que sí se reunió con Roberto Cabrera Alfaro el día de los hechos.
Este testimonio fue reforzado por el de su colaboradora Lilia Heredia Melo, quien no mostró contradicciones frente al tribunal de enjuiciamiento, por lo que fue muy clara al señalar el día de la primera entrega de los perfiles genéticos que le entregó la CNS en la oficina de ese ex servidor público, es decir, que la entrega de esta información ocurrió el 31 de mayo del 2017.
En el segundo día del juicio, Roberto Cabrera Alfaro, ex colaborador del actual Fiscal de Campeche y ex titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, argumentó que el día de los hechos, es decir, el 31 de mayo del 2017 se encontraba en Culiacán, Sinaloa, coordinando a los elementos de la Policía Federal que participaban en las las investigaciones por el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, por lo que viajó a la Ciudad de México ese día en la tarde y no vio a ninguna de las representantes de ADN México en sus oficinas de Constituyentes.
Tajante frente al Ministerio Público, Cabrera Alfaro dijo que no vio a Mariana García Sosa el 31 de mayo del 2017, aunque admitió que la conocía y que había sostenido varios encuentros previos con ella para conocer la plataforma de reconocimientos de perfiles genéticos con las cuales contaba dicha compañía.
Por el contrario, en la audiencia de juicio celebrada el día de ayer, mostró los boletos de avión de su viaje a Sinaloa, entidad a la que llegó el 29 de mayo del 2017, regresando a la Ciudad de México hasta el 31 de mayo del 2017.
El vuelo de regreso a la capital mexicana salió de Culiacán a las 14:27 horas y su arribo a la Ciudad de México estaba programada a las 17:25 horas, aunque finalmente habría aterrizado cerca de las seis de la tarde, según los testimonios de Roberto Cabrera y del elemento de la Policía Federal que lo custodiaba en ese momento, Fredy Navarrete Hernández.
Además, describió parte de sus labores en el esclarecimiento del asesinato del periodista Javier Valdez, víctima de homicidio el 15 de mayo del 2017, por lo que presentó como prueba a su favor el testimonio del Fiscal Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo.
Sánchez Pérez del Pozo sólo narró que efectivamente, el 30 de mayo del 2017 se reunió en más de una ocasión con el imputado en Culiacán, Sinaloa, ya que Roberto Cabrera Alfaro coordinaba a los elementos de la Policía Federal que participaban en la investigación.
Sin embargo, aclaró que ese mismo día tuvo que viajar a Baja California Sur para verificar la detención de varios imputados relacionados con la muerte de otro periodista, por lo que no supo ni sabe de las actividades que realizó Roberto Cabrera Alfaro el 31 de mayo del 2017, puesto que él se encontraba en La Paz, Baja California Sur.
Explicó que sus comunicaciones con el ex funcionario de la CNS fueron a través del servicio que presta la aplicación Whats App, por lo que no podía estar al tanto de la hora exacta en la que Cabrera Alfaro salió de Culiacán, Sinaloa, ni de la hora justa en la que arribó a la Ciudad de México.
El otro testimonio crucial para la defensa fue rendido por el elemento de la Guardia Nacional, Fredy Navarrete Hernández, quien supuestamente recogió al imputado en la terminal 2 del aeropuerto capitalino poco antes de las 6 de la tarde.
No obstante, cuando fue interrogado por el Ministerio Público y la asesoría jurídica de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNS) admitió que antes de rendir su testimonio frente al tribunal de enjuiciamiento, se comunicó en varias ocasiones con Roberto Cabrera Alfaro, quien fue su jefe directo entre 2016 y 2019, ya que fue comisionado por la Policía Federal para ser su escolta y atender investigaciones relacionadas con personas desaparecidas, por lo que a veces también brindaba protección a colectivos que hacían búsqueda en campo de sus familiares desaparecidos.
En su declaración ante el tribunal de enjuiciamiento, Fredy Navarrete reconoció que se comunicó en varias ocasiones con Roberto Cabrera previo a su comparecencia, ya que este le preguntó que sí recordaba que había hecho el día 31 de mayo del 2017, señalando en un primer momento que no lo recordaba, pero que podía preguntar a otro de sus compañeros sobre las actividades que realizaba en ese momento, por lo que finalmente le habrían confirmado que había acudido por el funcionario federal al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para posteriormente llevarlo a su domicilio.
A su favor, el imputado también presentó un recibo de Uber Eats sobre un ceviche de atún que habría solicitado al llegar a su domicilio, ubicado en Santa Fe, ubicado en un edificio de departamentos frente al Centro Comercial, el día de los hechos. Sin embargo, la Fiscalía y la asesoría jurídica argumentaron que la oficina de Roberto Cabrera Alfaro se encuentra en el camino a Santa Fe y que una de las las rutas del aeropuerto a Santa Fe es, justamente, Constituyentes.
Las contradicciones de los principales testigos de ambas partes, Mariana García Sosa y Fredy Navarrete Hernández, serán aprovechados por la defensa de Roberto Cabrera que encabeza el abogado Javier Cruz Ángulo, por la asesoría jurídica de la Comisión Nacional de Búsqueda, dirigida por Javier Schütte Ricaud, y por los fiscales de la FGR, en los alegatos de clausura que van a presentar ambas partes en el tercer día del juicio oral, mismo que tendrá lugar este día. Los alegatos de clausura contienen los principales argumentos de acusadores y defensores para acreditar o desvirtuar los hechos que se le imputan al acusado, en este caso, Cabrera Alfaro.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN, JUAN OMAR FIERRO.
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