El director de la Cosydhac aseguró que cortó comunicación con el Gobierno de Chihuahua debido a que no resuelven todos los casos de homicidio por igual.
El jesuita Javier Ávila Aguirre, director de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosydhac), informó este lunes que rompió el diálogo con el Gobierno del estado de Chihuahua, encabezado por María Eugenia Campos Galván.
“Rompo ese diálogo, no tiene sentido seguir hablando si no se resuelven los problemas”, dijo el jesuita a la reportera Blanche Petrich de La Jornada.
“Hoy corto cualquier diálogo con el Gobierno del estado de Chihuahua, hasta que no aparezcan estos jóvenes. Su madre clama por ellos. Ya pasaron ocho días. A mis hermanos Javier Campos y Joaquín Mora los encontraron en 72 horas y lo agradezco de corazón. Pero a estos muchachos, ¿por qué no? ¿Por qué no salió en la prensa? ¿Por qué no fue una bomba internacional como lo de los jesuitas? ¿Quieren colgarse la medallita de que son muy efectivos?”, agregó sobre el caso del homicidio de Raúl Osvaldo Berrellesa, de 22 años, a quien asesinaron enfrente de su esposa, secuestraron a su hermano y quemaron la casa.
Los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas del 20 de junio, cuando un hombre que era perseguido por sujetos armados entró al centro religioso. Ahí, los agresores ultimaron a la víctima, sin embargo, los sujetos también dispararon en contra de los sacerdotes, quienes también perdieron la vida.
La noticia fue confirmada al día siguiente por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su rueda de prensa diaria aseguró que su Gobierno ya se encontraba atendiendo este asunto y mencionó que ya había información sobre los posibles responsables de estos crímenes.
AUTOR: REDACCIÓN.
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