Tras casi un mes de estar hospitalizados, los maestros Lauro Gil Argüelles y Marco Solís fueron dados de alta el jueves, pero los pobladores decidieron acudir a Tehuacán para escoltarlos ante el temor de que fueran detenidos pues desde que ingresaron el nosocomio los habían mantenido bajo vigilancia policíaca y se sabe que hay órdenes de aprehensión contra ambos.
Desde la mañana, los habitantes se concentraron frente a la clínica Sagrado Corazón para esperar la salida de los dos integrantes del movimiento indígena Unidad por Coyomeapan y escoltarlos a salvo hasta esa localidad ubicada en la Sierra Negra de Puebla.
Alrededor de las 17:30 horas, los maestros salieron de la clínica y fueron recibidos con aplausos por los pobladores, quienes los llevaron de vuelta a Coyomeapan.
De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes, el profesor Gil Argüelles, quien es presidente del Comité de Unidad por Coyomeapan, fue herido de dos disparos a quemarropa en el abdomen, mientras que Solís recibió cuatro tiros en la mandíbula y cuello. En esos hechos, tres indígenas murieron, uno de ellos de 15 años de edad.
Claudia Martínez, dirigente del Colectivo Alerta Temprana de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, dijo que personal de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos intervino ante el Fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, para que se brindaran garantías a los pobladores y no se ejecutaran órdenes de aprehensión.
“Hubo colaboración de elementos de la Fiscalía”, relató la activista, quien señaló que incluso la autoridad les ofreció una escolta desarmada hasta Coyomeapan, pero no fue aceptada por los pobladores.
Explicó que los dos maestros tenían orden de aprehensión desde antes de los hechos del 9 de mayo, acusados por los mismos cargos que tienen otros cuatro activistas que actualmente están presos.
Esto es, por la toma de la presidencia municipal y de la comandancia de la policía que los integrantes de Unidad por Coyomeapan llevaron a cabo el 22 de agosto cuando acusaron a los Celestino Rosas de querer perpetuarse en la alcaldía a través de un fraude electoral.
Más de 30 pobladores de Coyomeapan tienen orden de aprehensión por esos hechos, aunque en la carpeta se les acusa de haber quemado y vandalizado las instalaciones y los vehículos, sin que exista evidencia de que eso realmente ocurrió.
Martínez explicó que, aunque el colectivo Alerta Temprana obtuvo amparos a favor de los pobladores, se teme que pueda haber otras órdenes o carpetas “fabricadas” contra los integrantes de ese movimiento indígena.
Recordó que la diputada petista, Araceli Celestino Rosas, dijo el 10 de mayo que había más de 3 mil órdenes de aprehensión contra integrantes de Unidad por Coyomeapan.
NIEGA ANTORCHA PARTICIPACIÓN
Aquiles Montaño Brito, vocero de Antorcha en Puebla, rechazó que esa organización esté detrás del conflicto que ya está por cumplir un año en Coyomeapan.
En respuesta a los señalamientos que hizo la diputada federal petista, Araceli Celestino, quien acusó a Antorcha Campesina de ser la instigadora de la resistencia en esa localidad de la Sierra Negra, Montaño sostuvo que esa acusación no tiene sustento.
Aseguró que Celestino Rosas es cercana al gobernador Miguel Barbosa Huerta y que lo que busca es “desviar los reflectores” del repudio que ha generado el cacicazgo que ha impuesto su familia en ese municipio y que es la razón del conflicto social que se vive en esa región.
“Nosotros reconocemos al movimiento en Coyomeapan como algo genuino y justo. Antorcha los apoya, como apoya todas las causas justas, pero no los dirige ni lidera, ni estamos detrás de ellos, como afirma la diputada”, recalcó.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario