Canadá anunció el miércoles que lanzará sus propias consultas con México sobre sus políticas energéticas, que dice son inconsistentes con un nuevo pacto comercial de América del Norte (TMEC), apoyando una medida similar anunciada anteriormente por Estados Unidos.
“Nos estamos uniendo a Estados Unidos en la toma de medidas mediante el lanzamiento de nuestras propias consultas en el marco del TMEC para abordar estas preocupaciones, al tiempo que apoyamos a Estados Unidos en su desafío”, dijo Alice Hansen, portavoz de la ministra de Comercio Internacional de Canadá, Mary Ng, en un comunicado enviado a la agencia Reuters.
“Estamos de acuerdo con Estados Unidos en que estas políticas son inconsistentes con las obligaciones de México en el TMEC”, sostuvo Hansen.
Estados Unidos solicitó el miércoles consultas sobre solución de disputas con México en el marco del acuerdo comercial de Norteamérica por políticas energéticas de la nación latinoamericana que considera discriminatorias y que “perjudican” a sus empresas.
La solicitud, anunciada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), supone la disputa más grave entre Washington y Ciudad de México desde que entró en vigor el TMEC. Si no se resuelve, podría desembocar en aranceles punitivos por parte de Estados Unidos.
La USTR detalló que las consultas solicitadas se refieren a medidas que, según argumenta, perjudican a las empresas estadounidenses en favor de las estatales mexicanas Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Estados Unidos argumenta ahora que sus esfuerzos por fortalecer a las empresas estatales parecen contravenir los compromisos de México en el TMEC.
“Hemos expresado repetidamente serias preocupaciones sobre una serie de cambios en las políticas energéticas de México y su consistencia con los compromisos de México bajo el TMEC”, afirmó la representante comercial estadounidense, Katherine Tai.
La medida de Estados Unidos es un golpe para México y llega justo una semana después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se reuniera con su homólogo del vecino país, Joe Biden, en Washington, y anunciara que empresas estadounidenses planeaban invertir miles de millones de dólares en el sector energético mexicano.
Más tarde, López Obrador aseguró que no existían problemas ya que su país estaba actuando conforme a la ley.
“Vamos a recibir la propuesta, se va a analizar (…) y les vamos a contestar puntualmente”, adelantó el mandatario mexicano. “No hay ninguna violación al tratado (TMEC). No hay ningún problema de nada, todo lo que estamos haciendo en materia energética es de conformidad con la constitución, con nuestras leyes”, sostuvo el mandatario mexicano.
En abril, la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó la legislación sobre electricidad aprobada en 2021, que establece que la CFE debe tener prioridad sobre los proveedores de energía privados en el despacho, o cuando las plantas entran en funcionamiento.
López Obrador argumenta que sus medidas beneficiarán a los consumidores y harán que México sea más autosuficiente. La oposición afirma que aumentarán los costes de la electricidad, socavarán la confianza de los inversores y violarán los compromisos de México en materia de energía limpia.
La USTR explicó que estaba impugnando las enmiendas a la legislación mexicana que dan prioridad a la distribución de la energía generada por la CFE sobre las fuentes de energía más limpias proporcionadas por los proveedores del sector privado, como la eólica y la solar.
Dicha oficina señaló que México también ha estado “retrasando, denegando o no actuando” en las solicitudes de permisos para instalaciones de energía renovable y para almacenar, transbordar o vender combustibles, lo que dificulta la participación de las firmas privadas, haciéndose eco de las quejas de los grupos de presión empresariales mexicanos.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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