La falta de claridad en el ejercicio del gasto y la rendición de cuentas a medias de Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) han alimentado las especulaciones sobre el monto del sobrecosto que acarreará la refinería Olmeca de Dos Bocas cuando termine su construcción y su periodo de pruebas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya reconoció que la nueva refinería no costará 8 mil millones de dólares, como lo prometió en 2019 –monto que fue calificado de inverosímil por las empresas especializadas–, y que rondará los 11 o 12 mil millones de dólares, mientras otras estimaciones lo evalúan entre 14 y 18 mil millones de dólares. El viernes 1, durante la inauguración de Dos Bocas, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo que la obra ha recibido hasta ese momento recursos del presupuesto por 10 mil 200 millones de dólares, de los cuales 8 mil 915 millones de dólares han sido gastos de inversión y el resto de pagos de impuestos.
Las cifras siguen en el aire, pues la información disponible es incompleta y difícil de verificar.
Así, Pemex testó los montos de cada uno de los 156 contratos relacionados con la refinería de Dos Bocas disponibles en el sitio de PTI Industria de Desarrollo (PTI-ID) –la empresa filial de la petrolera a cargo del proyecto– y no publicó los convenios modificatorios a estos contratos, los cuales aumentaron los montos contratados hasta 14 veces, según una revisión realizada por Proceso.
Más allá de los montos testados, los contratos comparten otro elemento: la firma de Leonardo Cornejo Serrano, el subdirector de Proyectos Industriales de Pemex Transformación Industrial (Ptri), quien durante la gestión de Emilio Lozoya Austin al frente de Pemex, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, estuvo involucrado en la trama de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
En su revisión de la Cuenta Pública 2020, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo la labor de verificar una muestra de 86 contratos de la refinería de Dos Bocas; no dio información sobre los otros 70 contratos disponibles en versión testada en el portal de PTI-ID. Aparte, la revisión que la ASF ha hecho pública hasta el momento se limita a las erogaciones de 2020, dejando un hueco de información para 2021, año en el que se ha reportado el mayor gasto para Dos Bocas.
De los que sí auditó, la ASF observó que varios contratos fueron seguidos por convenios modificatorios que aumentaron de manera significativa los montos acordados en su adjudicación.
El contrato para el desarrollo del paquete 2, entregado a la trasnacional coreana Samsung Engineering en consorcio con la empresa Asociados Constructores DBNR –compañía en la que están Samsung y las empresas duranguenses Construcciones Mecánicas Monclova y Constructora Industrial de Monclova–, tuvo tres convenios modificatorios entre su adjudicación, en julio de 2019 y junio de 2020, los cuales triplicaron el precio inicial: pasó de mil 630 millones de pesos a 4 mil 397 millones de pesos.
El consorcio formado por Grupo Indi –a través de su filial Impulsora de Desarrollo Integral– y Proyecta Industrial, S.A. de C.V., también salió beneficiario de un convenio: un contrato que les fue adjudicado por 688 millones 842 mil pesos el 13 de agosto de 2020 terminó renegociado a 2 mil 300 millones de pesos cuatro meses después, un monto 259.9% superior al inicial. Además, el convenio modificatorio amplió en 102 días naturales el plazo de cumplimiento de las obras.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2383 de la revista Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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