La adquisición a sobreprecio de Grupo Fertinal durante el sexenio de Enrique Peña Nieto no deja de cavar un hoyo en las finanzas de Pemex: a los créditos de 635 millones de dólares para la compra de la empresa de fertilizantes se sumó otro crédito de 120 millones de dólares para su operación diaria, que la petrolera está pagando desde 2017 con aumentos de capital social multimillonarios a sus filiales privadas.
Sólo entre 2016 y 2020 Pemex Fertilizantes gastó 8 mil 785 millones de pesos en la compra de títulos de sus empresas filiales para “el pago de sus créditos y cubrir necesidades operativas y financieras, esto originado porque Grupo Fertinal no ha generado ingresos suficientes para cubrir sus obligaciones financieras y operativas”, señaló la Auditoría Interna de Pemex en un informe entregado a la Dirección Corporativa y de Finanzas de la petrolera en septiembre de 2021.
Durante el mismo lapso, el Consejo de Administración de Pemex autorizó capitalizar a Pemex Fertilizantes con 738.1 millones de dólares para asumir “el pago de capital e intereses de los créditos”, lo que “resultaría una práctica insostenible en el largo plazo para Pemex”, señala el documento con clave REA-004/2020, que Proceso obtuvo mediante una solicitud de información.
Ello, sumado al anuncio realizado en marzo pasado por Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, según el cual la petrolera gastaría 144 millones de dólares adicionales en Grupo Fertinal entre 2022 y 2024.
Esta situación es producto de una decisión tomada en diciembre de 2015, cuando el Consejo de Administración de Pemex aceptó que la petrolera fuera “obligada solidaria” de los dos créditos por 635 millones de dólares que Nacional Financiera (Nafin), el Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext) y Banco Azteca otorgaron para concretar la operación.
Los 635 millones de dólares tuvieron dos destinos distintos: 209 millones de dólares –incluyendo un sobreprecio de 193 millones de dólares– sirvieron para comprar las acciones a Fabio Massimo Covarrubias Piffer y a sociedades offshore controladas por Ricardo Salinas Pliego, y 406 millones de dólares pagaron los créditos que la empresa debía a Banco Azteca y a Arrendadora Internacional Azteca (AIA), dos empresas de Salinas Pliego.
Estos créditos incluían un “dividendo” de 51 millones de dólares, que los accionistas de Grupo Fertinal se habían otorgado tres meses antes de firmar el contrato con Pemex, en pleno proceso de auditoría de la empresa. Como ésta sólo tenía 12 mil dólares en el banco, Pemex pagó el dividendo a los accionistas, del cual 619 millones 400 mil pesos fueron distribuidos “en efectivo”.
En un principio el equipo de Emilio Lozoya Austin en Pemex prometía que Grupo Fertinal reembolsaría los créditos con sus ganancias futuras. Tras analizar la información financiera de la empresa, que en ese entonces estaba al borde de la quiebra, los consejos de Nafin y Bancomext se negaron a entregar los préstamos a menos que Pemex se hiciera “obligada solidaria” del Grupo Fertinal.
Como era previsible, el Grupo Fertinal nunca pudo pagar los créditos. De hecho, siete meses después de comprar la empresa, PMI Holding, la filial holandesa de Pemex, otorgó un crédito de 120 millones de dólares al Grupo Fertinal para cubrir sus necesidades urgentes de liquidez, monto que finalmente fue convertido en acciones, pues la empresa de fertilizantes no podía pagar.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2390 de la revista Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario