Luego de ser notificada del supuesto suicidio de Dulce Gabriela Castañeda Cortés, la familia de la joven quedó a cargo de sus tres hijos, en junio de 2019. A los pocos meses, en octubre del mismo año, el abuelo paterno de los niños se llevó de manera ilegal a dos de ellos, y el pasado 6 de agosto, el padre de los niños consiguió que las autoridades de Jalisco retuvieran al tercero, bajo el argumento de que había sido sustraído por sus abuelos maternos y su tía, quienes legalmente cuentan con la custodia de los tres.
América Castañeda, hermana de Dulce, explica que el pasado 6 de agosto, acudió con su sobrino Emilio, de 4 años, a una de las convivencias a las que tiene derecho con su padre por órdenes del Juez Noveno de lo Familiar. Sin embargo, al llegar al centro de convivencia del Poder Judicial, en Guadalajara, Jalisco, fue detenida y esposada por policías, sin explicación.
Después de varios minutos de incertidumbre, le notificaron que había sido denunciada por sustracción de menores, y que para recuperar a Emilio tenía que mostrar los documentos de que ella se encontraba legalmente a su cargo, o llamar a las personas que cuentan con la custodia del niño, en este caso, sus padres, dos personas adultas mayores de 65 años.
“Le avisan a mi mamá que tiene que trasladarse al juzgado para que me dejen libre, y acude en compañía de mi papá, pero lo que ocurre en seguida es que también los detienen a ellos. Nos trasladaron al Penal de Puente Grande, donde nos tuvieron toda la noche encerrados, hasta que a la mañana siguiente un abogado de oficio nos dijo que teníamos audiencia, y que sí queríamos salir debíamos contestar lo que él nos pidiera, aunque no estuviéramos de acuerdo, y así fue, aunque algunas cosas no nos parecían, seguimos sus indicaciones”, señala América.
Hoy @EnriqueAlfaroR exhibió fotos para presumir las vinculaciones a proceso por estos delitos. Ahí incluyeron a los papás de Dulce y a su hermana @America40994031 cuando ni siquiera se les vinculó a proceso por eso y la familia pasó de ser victima a victimario. Pff lamentable!!! pic.twitter.com/jvcsyVuMr9
— Fátima Aguilar (@FatzAguilar) August 17, 2022
Tras la primera audiencia, se determinó que América, así como sus padres, Enrique Castañeda y Ana Rosa Cortés, quedarían en libertad, pero aún bajo proceso por sustracción de los niños. Este viernes 12 de agosto, en una segunda audiencia, les informaron que los cargos en su contra fueron desestimados, debido a que ellos son quienes legalmente tienen la custodia de los niños, por lo que Emilio les será entregado de vuelta. De sus dos hermanos, Kevin y Gerardo, aún no tienen información.
Un “suicidio” con antecedentes de violencia
A América, de 44 años, se le quiebra la voz cuando recuerda a su hermana, a quien describe como “una mujer chingona”, que logró sacar a sus tres hijos adelante sin el apoyo de su marido. Dulce organizaba tandas, vendía pasteles y ropa en un tianguis de Zapopan, Jalisco, y con ese dinero consiguió también pagar sus estudios de Derecho, los cuales interrumpió después del tercer semestre, por su fallecimiento.
“Su marido siempre la amenazó con que le iba a quitar sus niños y por eso mi hermana se metió a estudiar para abogada, para poder defenderse y para poder defender a sus niños. Se quedó en tercer semestre, con excelencia”, agrega.
El 21 de junio de 2019, la familia de Dulce Castañeda fue informada de su muerte, supuestamente por suicidio. Sin embargo, a la fecha ellos sostienen que lo que ocurrió fue un feminicidio, debido a que un día antes de que la encontraran sin vida, la mujer de 30 años les envió mensajes de texto en los que manifestaba que se encontraba privada de la libertad en su domicilio, y previamente había intentado denunciar a su pareja por violencia familiar.
“Mi hermana nos mandó mensajes por WhatsApp en los que nos decía que la tenían secuestrada. En seguida, toda la familia se organizó para ir por ella a su domicilio, pero nos detuvimos porque dijo que Gilberto Javier —su pareja y padre de sus hijos— le advirtió que no nos dejarían entrar; nos aseguró que una patrulla ya iba en camino para llevarla a casa de mis papás, que la esperáramos allá”, recuerda América.
Horas después, la familia fue avisada de que tenían que ir al domicilio de Dulce, porque se había suicidado por ahorcamiento, versión que hasta la fecha es sostenida por las autoridades, pese a que la familia notificó sobre los mensajes que recibieron antes del supuesto suicidio, y que previamente la mujer había interpuesto denuncias contra su marido.
“El mismo 20 de junio de 2019 ella interpuso una denuncia ante el Centro de Justicia para la Mujer, pero no tuvo respuesta. Ya hasta que falleció, los funcionarios fueron a ver en qué podían apoyar, pero pues ya para qué, mi hermana ya estaba muerta”, lamenta.
Desde que Dulce murió, sus padres quedaron a cargo de sus hijos, entonces de 10, 6 y un año de edad. Aunque a los mayores no los han vuelto a ver desde octubre de 2019, luego de que una tarde su abuelo paterno solicitara que le permitieran salir con ellos a comer, y no los devolviera.
Van casi tres años desde el día en que los dos niños fueron sustraídos, y a la fecha las autoridades no han iniciado procedimientos para tratar de localizarlos y entregarlos con su familia materna, denuncia América. Tampoco se ha abierto proceso contra Gilberto por el presunto feminicidio.
“Ya no solo es mi hermana, también quieren quitarnos a mis sobrinos, que son lo único que nos queda de ella, y no lo vamos a permitir, vamos a seguir luchando por ellos y por justicia”, subraya América, agradecida porque al menos el menor de los niños volverá a casa.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ERÉNDIRA AQUINO.
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