Los padres de los 43 estudiantes, hasta el momento, han señalado que lo que ellos quieren saber es dónde están sus hijos. Este viernes, junto a activistas y ciudadanos, marchan una vez más para pedir que se esclarezca la desaparición de los normalistas.
A un mes de que se cumplan los ocho años de la desaparición de los 43 normalistas, familiares, activistas y ciudadanos se congregaron en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México para la XCV Acción Global por Ayotzinapa y México con la demanda de que se castigue a todos los responsables de este caso.
La principal exigencia es la misma que ha resonado en todos estos hechos: el esclarecimiento del caso y la impartición de justicia a las familias, quienes han pedido que se juzgue a todos los involucrados, incluidos los altos mandos, entre ellos el expresidente Enrique Peña Nieto, por este “crimen de Estado”, como lo ha reconocido la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El contingente se empezó a formar minutos antes de las 4 de la tarde en el Ángel de la Independencia para marchar, por el Paseo de la Reforma, hasta el Hemiciclo a Juárez. Aunque en un inicio había pocas personas, a los pocos minutos empezaron a llegar los camiones estrellas de oro con otros contingentes.
Al grito de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, inició la Marcha.
Carmen, abuelita de Alex, un niño vestido de soldado, narró que viene de Tixtla, en donde está la normal de Ayotzinapa, y aunque no es familiar de los 43 estudiantes, han apoyado desde hace 8 años porque para ella son como sus hijos y lamenta todo lo que sufrieron.
“Todos deben ser enjuiciados, sobre todo (el General) Alejandro Saavedra, es indignante que lo hayan premiado subiéndolo de rango. (Ángel) Aguirre (exgobernador de Guerrero), Iñaki Blanco, entonces Procurador de Guerrero, (Omar García) Harfuch. Jesús Martínez Garnelo, Secretario de Gobierno de Aguirre, protegió a (José Luis) Abarca cuando supo que lo iban a detener. Todos ellos deben ser enjuiciados”, dijo la mujer.
Alrededor de las 5 de la tarde la lluvia arreció, pero eso no detuvo la marcha. Utilizando las pancartas como sombrilla, con bolsas y algunos con paraguas gritaban al unísono: “Ayotzi, Ayotzi no se olvida”.
Los padres de los 43 estudiantes, hasta el momento, han señalado que lo que ellos quieren saber es dónde están sus hijos. Se espera que al final de la marcha, den un posicionamiento conjunto con respecto al informe de la Comisión de la Verdad por el Caso Aytozinapa (CoVAJ).
Vidulfo Rosales, integrante del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y abogado de las familias, ha señalado que los padres y madres de los normalistas no desestiman el informe presentado en días pasados por la Comisión de la Verdad, pero piden pruebas contundentes e irrefutables de que los estudiantes no están vivos, así lo informó
“Las familias de las y los 43 merecen pruebas contundentes, irrefutables de que los estudiantes ya no están vivos. Necesitan certezas indubitables, certezas de que sus hijos están sin vida”, dijo Rosales en entrevista con el noticiero del Sindicato de Trabajadores Telefonistas de México.
“No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentran con vida, por el contrario, todos los testimonios, evidencias, acreditan que éstos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, dijo el pasado 18 de agosto el Subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, Alejandro Encina al presentar el informe de la Comisión de la Verdad por el Caso Aytozinapa.
Las conclusiones del informe establecen, entre varios puntos, que la desaparición de los 43 normalistas “constituyó un crimen de Estado en el que concurrieron integrantes de Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones diversas del Estado mexicano”.
El Subsecretario Encinas se presentó este viernes en la conferencia matutina para explicar el informe y reiteró que no hay indicios de que los estudiantes estén con vida, pues explicó que la orden de los autores del crimen, según testimonios, fue de desaparecerlos y asesinarlos.
Esta orden, indicó, provino del exalcalde de Igual, hoy detenido, José Luis Abarca, identificado en el informe como “A1”.
“A1” o Abarca, es quien ordenó en un inicio “darles una ‘chinga’ a los estudiantes porque […] no quería disturbios, además de recuperar el material (el cual aparentemente venía en uno de los autobuses)”, se lee en el reporte.
Ese “material” al que se refieren, de acuerdo con distintos reportes era aparentemente droga, ya que se pensaba que entre los normalistas había supuestamente integrantes de Los Rojos, agrupación criminal en disputa con Guerreros Unidos, el grupo responsable de los hechos de violencia durante la noche del 26 y las primeras horas del 27 de septiembre de 2014.
Encinas Rodríguez también detalló hoy que, contrario a lo que dice la “verdad histórica” –que los 43 estudiantes fueron detenidos, ejecutados y quemados en el basurero de Cocula y esparcidos sus restos en el río San Juan–, debido a la magnitud de la movilización de sicarios y el número de muchachos que pretendían desaparecer, éstos fueron reubicados en distintos puntos, entre ellos y de acuerdo con los testimonios, serían en el río Balsas, es el pozo de Pueblo Viejo, la mina hacia Taxco.
La Comisión de la Verdad de Ayotzinapa destacó en su informe que es necesario continuar con la búsqueda en la ribera del río Balsa y en la laguna del nuevo Balsa, en Atzcala, municipio de Eduardo Neri; así como en la Barranca Tonalapa, municipio de Tepecoacuilco; en la brecha Lobos y en el paraje Suriana en Igual, así como en las inmediaciones de Tepehuaje”, en la búsqueda de los 40 estudiantes de Ayotzinapa que aún siguen desaparecidos.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SUGEYRY ROMINA GÁNDARA.
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