Familiares de Julio César Mondragón, quien fue asesinado y desollado en vida el 26 de septiembre de 2014, denunciaron que el informe presentado por el gobierno federal sobre el Caso Ayotzinapa no aclara quiénes son los responsables de la ejecución del normalista «ni por que precisamente a él lo ejecutaron con la saña con la que lo hicieron».
En pronunciamiento, la familia de Mondragón y el colectivo Somos los ojos y el rostro de Julio criticaron que en el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia sólo se dedican cinco renglones al caso de Julio César, por lo que genera «más preguntas que respuestas».
«Las autoridades tienen que profundizar en la investigación porque nos parece ilógico que el Colectivo y la familia, así como las personas que nos acompañan, tengamos más información que todo un sistema de justicia que cuenta con todos los medios y pese a eso darle apenas cinco renglones a nuestro caso», señalaron.
Indicaron que lo único que se tiene al respecto sobre el caso de Julio César es lo que se asienta en el expediente, donde se señala que quienes declararon en la investigación de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) lo hicieron bajo tortura. «Esa, una versión que carece de toda verosimilitud porque forma parte de la Verdad Histórica construida por el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, es lo único que tenemos», indicaron.
La familia y el colectivo exigieron que en el informe de la Comisión se profundice en cómo es que los asesinos sabían el sobrenombre de Julio César Mondragón, y cómo y por qué había sido señalado como objetivo prioritario para quienes lo mataron.
Comunicado:
POSICIONAMIENTO DE LA FAMILIA MONDRAGÓN Y DEL COLECTIVO SOMOS LOS OJOS Y EL ROSTRO DE JULIO
Tenancingo, México; 22 de agosto de 2022
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El 19 de agosto de 2022, Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, presentó un Informe preliminar con las investigaciones que hasta el momento han realizado las instancias competentes.
Nosotros, la familia de Julio César Mondragón, alumno torturado y ejecutado la noche del 26 de septiembre de 2014, en la ciudad de Iguala, Guerrero, declaramos al respecto de ese Informe, lo siguiente:
1. El Informe presentado por Alejandro Encinas nos ha generado nuevas interrogantes y no nos aclara a cabalidad quiénes son los responsables del asesinato de nuestro familiar, Julio César Mondragón, ni por qué precisamente a él lo ejecutaron con la saña con la que lo hicieron.
2. Que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijera públicamente que él y su gobierno ya sabían lo que había sucedido en Iguala en aquella fecha, nos hizo suponer que se contaba con un avance importante.
3. Sin embargo, después escuchar a Alejandro Encinas, además subsecretario de los Derechos Humanos, nos sentimos con más confusión y nuevas dudas, ya que los resultados preliminares generan más preguntas que respuestas.
4. A casi 8 años de impunidad en los hechos ocurridos, la familia Mondragón Fontes y el Colectivo Somos los Ojos y el Rostro de Julio Cesar, expresamos que, pese a que a diferencia de las familias de los desaparecidos, no fue convocada a la reunión con Alejandro Encinas, situación que se ha venido presentando regularmente durante las investigaciones del actual gobierno federal.
5. Teníamos la esperanza de que se cumpliera lo prometido por el presidente AMLO cuando se emitió el decreto gracias al cual se investigarían los hechos de Iguala, y que estaría compuesto por tres apartados: uno referido a los 43 desaparecidos, otro a los tres estudiantes caídos y un tercero sobre el caso del joven normalista Aldo Gutiérrez, quien se encuentra desde entonces en estado vegetativo, así como las demás víctimas.
En meses pasados pudimos conocer el Tercer Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI), en el que no se hace mención ni se aborda el decreto en cuestión y sólo se ocupa del componente que hace referencia a los 43 desaparecidos, pero omite los otros dos aspectos del decreto. En particular, se dejó fuera por completo el tema de nuestro familiar, Julio César Mondragón Fontes, brutalmente torturado y desollado en vida.
Esta omisión fue señalada y criticada por algunos periodistas, a quienes se les respondió que el caso de Julio César es un asunto delicado y que por eso se omitía que se trataría por separado.
Nosotros preguntamos al Gobierno de México, al GIEI y a las instancias involucradas:
1. ¿Cuándo seremos convocados para tratar el tema, para que nos informen sobre los avances que se tengan en particular?
2. ¿Por qué, en el Informe de Alejandro Encinas, le dedican apenas cinco renglones?
3. ¿Por qué nunca nos explicó ninguna autoridad competente que a Julio César Mondragón lo mataron porque “era un objetivo prioritario de los Guerreros Unidos?
4. ¿Por qué el Gobierno de México nunca nos dijo que Julio César Mondragón, desde que salió de la normal Raúl Isidro Burgos, la tarde del 26 de septiembre de 2016, alguien lo había señalado y sus asesinos lo tenían identificado desde entonces?
5. ¿Quién o quiénes pusieron a Julio César Mondragón Fontes? ¿Quién o quiénes le dieron seguimiento a sus actividades dentro de la normal de Ayotzinapa?
6. ¿Por qué el Gobierno de México no ha mencionado que en la normal rural había un grupo de infiltrados que informaban no sólo al narco, sino al ejército, a la Policía Federal y a los gobiernos estatal y municipales de Tixtla y Chilpancingo?
7. ¿Por qué el Informe presentado por Alejandro Encinas señala únicamente al normalista Julio César López Patolzin como informante cuando nosotros, la familia Mondragón, contamos con testimonios que indican que había por lo menos 23 alumnos infiltrados?
8. ¿Por qué en el Informe de Alejandro Encinas se hace alusión a que sus asesinos conocían hasta el apodo de nuestro familiar, a quien le decían El Chilango?
Julio César, como todos los alumnos de primer ingreso, tenía apenas un mes de haber llegado a la normal de Ayotzinapa y nunca antes había estado en esa zona. Exigimos al Gobierno Federal, a las instancias correspondientes y a las instancias implicadas en las investigaciones que estas preguntas se nos contesten en tiempo y forma.
En el inmenso expediente del caso de Julio César, que está disperso en varios estados de la república, y del cual seguimos solicitando se concentre y traiga a la Ciudad de México -tampoco tenemos ninguna respuesta al respecto- se asienta que quienes declararon en la investigación de la extinta PGR lo hicieron bajo tortura. Esa, una versión que carece de toda verosimilitud porque forma parte de la Verdad Histórica construida por el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, es lo único que tenemos respecto al caso de nuestro Julio César.
Exigimos que en el informe de la Comisión se profundice en cómo es los asesinos sabían el sobrenombre Julio César Mondragón, y cómo y por qué había sido señalado como objetivo prioritario para quienes lo mataron.
Esto, que Julio César salió de la normal de Ayotzinapa prácticamente sentenciado a muerte, es el único dato nuevo que tenemos desde hace años. Exigimos que se nos revele toda la historia en torno a esto, si es que esa investigación existe.
La detención del ex procurador de la República, Jesús Murillo Karam, puede ser de alta utilidad en el caso de que aporte datos que esclarezcan la verdad que hasta hoy permanece oscura, de lo contrario resultará irrelevante y será solo un hecho mediático con fines políticos y no de justicia.
Julio Cesar Mondragón fue un estudiante inquieto y era apartidista. Tenía muy claro que la partidocracia es la lucha por el poder y que utiliza la demagogia como medio de control. Estaba en contra de que se lucrara en nombre de la lucha social y era enemigo de quien se dijera revolucionario y en la práctica mostrara ser lo contrario. Las convicciones políticas e ideológicas de Julio César incomodaban a algunos miembros de la cúpula estudiantil de Ayotzinapa, cuyos discursos de lucha y prácticas de poder sólo buscaban su beneficio personal, como nosotros hemos podido documentar.
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Hemos documentado que el poco tiempo en el que Julio César estuvo en la normal Isidro Burgos, mostró liderazgo en eventos públicos organizados por la normal, días antes de que ocurrieran los lamentables sucesos. Incluso líderes de organizaciones sociales, después de escucharlo hablar se preguntaban si Julio Cesar Mondragón era el líder estudiantil, y en la misma ciudad de Tixtla la gente lo identificaba por estar a favor del pueblo.
Entre las muchas puertas que hemos tocado, está la de un alto funcionario -de quien omitimos su nombre para no hacerle promoción mediática- que ha ocupado diferentes cargos en distintos sexenios y por distintos partidos. Al darle a conocer el libro titulado “La guerra que nos ocultan”, en donde se narra la historia de nuestro familiar, comentó que lo que hicieron con Julio César Mondragón es parte de una “limpieza social”, y que en palabras llanas se refiere a la eliminación de líderes o probables líderes incómodos para el Estado, para las fuerzas fácticas que lo componen y para el complejo tinglado de intereses que en ese momento representaba Ayotzinapa.
La familia Mondragón y el Colectivo Los Ojos de Julio, así como periodistas y ciudadanos bien intencionados que nos apoyan en esta lucha de exigencia de justicia apegada a los estándares internacionales, y como víctimas indirectas que somos, tenemos derecho a conocer la verdad de lo que pasó, cuáles fueron las verdaderas causas de lo sucedido, hasta hoy omisas y a la reparación del daño. Pero sobre todo, no deseamos que ninguna otra familia sufra este tipo de crímenes, considerados como de lesa humanidad y que se garantice la no repetición de este tipo de cosas.
Las autoridades tienen que profundizar en la investigación porque nos parece ilógico que el Colectivo y la familia, así como las personas que nos acompañan, tengamos más información que todo un sistema de justicia que cuenta con todos los medios y pese a eso darle apenas 5 renglones a nuestro caso.
Nosotros hemos participado en la construcción y elaboración del libro “Los infiltrados: el secreto de Ayotzinapa”, el cual contiene una investigación que responde muchas interrogantes del caso, pero que la Comisión de la Verdad no ha hecho eco de ella a pesar de que muchos de sus actuales integrantes conocían esta misma información desde 2016.
Exigimos que se investigue, además, a los ex alumnos Manuel Vázquez Arellano, alias Omar García, alias El Eterno, alias El Abuelo o el Jackie Chan, actualmente diputado federal plurinominal por Morena; y a David Flores Maldonado, quien en septiembre de 2014 era secretario general de Ayotzinapa. Ellos dos representaban el poder político y estudiantil de la normal en esa época. A ellos, así como a todos sus allegados, señalados como infiltrados por la mayor parte de la comunidad estudiantil en ese 2014. Hoy, increíblemente, todos ellos han sido cobijados por la Comisión de la Verdad de Ayotzinapa, pese a la información que se tiene de cada uno de ellos.
Exigimos que todos ellos nos respondan y nos den la cara. Una transformación social es necesaria y es hora de que los que se dicen políticos, los funcionarios que viven del pueblo dejen de decir que en México estamos bien, porque eso es mentira, tal como lo demuestran los hechos.
Ya es tiempo de que den a conocer la verdad sobre el asunto de Ayotzinapa, en los tres componentes que señala el decreto presidencial.
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Sabemos que las autoridades saben lo que pasó y quién dio la orden, los serviles que apoyaron este crimen tan vergonzoso en contra de Julio César y de todos los caídos, pero no sabemos por qué los encubren y protegen.
Exigimos justicia.
Exigimos verdad.
Exigimos castigo a todos los responsables.
¡Que viva Julio César Mondragón!
¡Que viva Ayotzinapa!
#AyotzinapaVive
#AyotzinapaSiFueElEstado
#PorLaVerdadYLaJusticia
AUTOR: REDACCIÓN.
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