FGE busca a tres narcomenudistas y adictos por la muerte del menor Kevin Yael, asesinado en una zona “blindada” de Tijuana ante la ineptitud de las autoridades. El adolescente les dijo a los homicidas que estaba asustado, pero no tuvo oportunidad. “Me arrebataron a un hijo; pido justicia”, reclama el padre.
El menor, quien cruzaba el puente que utilizan estudiantes para llegar al Centro Escolar Agua Caliente, caminaba distraído porque su concentración estaba en una video llamada que sostenía con un amigo. Se ponían de acuerdo para la hora de llegada de Kevin. Por eso no vio a sus verdugos.
Cuando se topó con sus asesinos, vendedores de droga, éstos en su paranoia increparon al adolescente. Creyeron que los estaba grabando. No era sí. Les explicó que hacía una video llamada. La cámara de su celular estaba centrada en él y no es quienes cruzaban a su vez el puente.
Pero los narcomenudistas no entendieron ni de razones ni de tecnología. Arrebataron el celular a Kevin, y fue lo último que se supo de él. Lo confió el amigo con el cual sostenía comunicación al momento.
Cinco días después de interrumpida la llamada del menor, su cuerpo apareció. Lo mataron a golpes.
Ni la “abrumadora” presencia de la Guardia Nacional, ni dentro del patrullaje de la Policía Municipal en una zona tan concurrida por estudiantes y por narcomenudistas, alertó el peligro en el que se encontraba Kevin.
Las policías operativas y las cámaras no vigilaban el puente en el que el niño fue atacado, a pesar que es un conocido punto de venta de droga.
A la serie de desaciertos y omisiones, se sumó que durante las primeras horas después de su desaparición, la Fiscalía General del Estado no buscó a Kevin. Los padres denunciaron la desaparición 24 horas después de sucedida. La FGE tardó 48 horas más en emitir la Alerta Ámber. La responsabilidad de la búsqueda, a la cual no asistió la Guardia Nacional, quedó en familiares y amigos, quienes entraron a buscar al menor a la peligrosa zona de la canalización del Río Tijuana.
A Kevin lo mató también la indolencia permisiva de las autoridades, la omisión en la activación de protocolos para la búsqueda de menores desaparecidos, la inacción de la Guardia Nacional, la ausencia de políticas públicas para desterrar de narcomenudistas la canalización del Río Tijuana, tomada por el crimen desde hace por lo menos siete años.
La tragedia continúa: no ha sido posible determinar si los golpes que acabaron con su frágil y joven vida, le fueron propinados por los puños de sus asesinos, o fue lanzado desde el puente.
Lo que les resultaría fácil, porque los ladrones robaron la malla metálica de protección de los puentes para evitar caídas y el Gobierno no las ha repuesto.
En la impunidad y corrupción que priva en la canalización, nadie se dio cuenta que un niño fue asesinado y arrastrado –vivo o muerto- hasta el punto donde su cadáver fue abandonado.
Kevin recién se había graduado de la secundaria. Su padre, dolorido, sólo atina a decir: “Queremos justicia, me arrebataron un hijo, es un dolor muy fuerte que no le deseo a nadie. Lo único que pido es justicia para mi hijo; era un niño muy noble y trabajador, su sueño era ser boxeador, pero lamentablemente nos lo arrebataron”.
Del asesinato de Kevin, la FGE ha identificado a tres sospechosos. El primero, un distribuidor y consumidor de enervantes, a quien conocen como Raúl León Fregoso y apodan “El Güero”.
Entre enero y julio, 32 menores de edad fueron asesinados en BC, 10 homicidios menos que el año pasado, cuando fueron 15 víctimas menores de 15 años; y 17 muertes de muchachos entre los 16 y 17 años. Veinticuatro de estas muertes violentas fueron en Tijuana.
KEVIN: “ME ESPANTÉ”
“Ya voy para la casa, voy a pasar por el puente”, dijo Kevin Yael a su amigo en la video llamada que sostenían por la aplicación WhatsApp. Eran las 10:47 de la mañana del viernes 2 de septiembre. Venía del trabajo de su padre, un lavado de autos en Zona Río.
Inmediatamente después de informar a su amigo, el adolescente bajó el teléfono celular y del otro lado su compañerito alcanzó a ver por la cámara “unas escaleras y unas piernas con shorts”.
A distancia, el testigo celular escuchó la voz de un hombre reclamar.
Criminal: “Hey, ¿tú por qué me grabas?”
Kevin: “No estoy grabando, estoy en video llamada con un amigo”.
Criminal: “¿Por qué lo guardas?” (el celular).
Kevin: “Es que me espanté”. Fueron las últimas palabras del muchachito.
La transmisión se cortó, el amigo intentó llamarlo, pero ya no respondió.
La misma tarde del 2 de septiembre, los padres desesperados buscaron al menor en la zona.
De acuerdo al expediente, a las 12:38 horas del sábado 3 de septiembre, poco más de 24 horas después, se activó en la FGE la Alerta Ámber, pero la información se envió a la prensa 48 horas después, hasta el día 5. Al día siguiente, lo encontrarían muerto.
REUNIONES INÚTILES
Tres meses atrás, incluso dos días antes de la desaparición de Kevin, autoridades estatales y municipales habían realizado una de las tantas reuniones para proponer acciones alternativas de solución a los problemas de seguridad y salud que genera la presencia de vendedores de droga, adictos, migrantes y personas en situación de calle en la canalización.
Tomaron algunas decisiones, pero no llevaron a cabo alguna. El día que mataron a Kevin Yael, el área seguía siendo insegura. “Ya se estaban implementado los rondines por parte de los policías adscritos a Zona Centro, pero no teníamos policías específicamente en el puente”, dijo el secretario de Seguridad de Tijuana, Fernando Sánchez.
Dos días antes de la desaparición del menor, el 31 de agosto, autoridades municipales de Tijuana se reunieron con directivos de las escuelas integrantes del Comité de Seguridad del Centro Escolar Agua Caliente. Solicitaron reubicar una caseta de seguridad, contar con una patrulla para rondines, radio para el policía asignado a la zona, instalar cámaras, reparar lámparas de alumbrado público, así como vigilancia y rondines en los puentes de la zona usados por los alumnos en los horarios de entrada y salida, pues “ya habían reportado incidentes, sobre todo (con los menores) los que salen de noche, en el turno de la tarde”.
Por lo que respecta a la vigilancia, el compromiso fue limitado: “Recorridos en la medida de lo permitido por los oficiales del distrito, principalmente a las 06:00 y 18:00 horas”.
Tras el asesinato del niño, Jesús García Castro, nuevo secretario del ayuntamiento, prometió vigilancia sobre el puente donde lo mataron, el mismo que la alcaldesa Montserrat Caballero declaró que se sabe, es un punto tomado por criminales, pero ZETA estuvo en el lugar el 13 y 14 de septiembre, y adictos y narcomenudistas seguían en el puente. No había ningún policía, ni presencia de autoridad alguna.
Entre mayo y junio, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, funcionarios del Estado y del Ayuntamiento de Tijuana, se reunieron con la intención de sacar a quienes han hecho del canal su lugar de residencia, entre jornadas de salud y entrevistas realizaron un censo que determinó una población de entre 980 y mil 500 personas, la mayoría con problemas de adicción.
Pero el plan también se quedó a medias. No evacuaron la zona del canal porque “no encontraron” dónde albergar a los sin hogar. Una vez más, con el cuerpo de Kevin en el Servicio Médico Forense (Semefo), el secretario de Gobierno, Jesús García, insistió en retomar esos proyectos fallidos.
LA BÚSQUEDA DE LA FAMILIA Y EL DOLOROSO HALLAZGO
Después de cuatro días sin noticias de Yael, sus padres, Fabián González y Yumaira García, convocaron a una búsqueda el martes 6 de septiembre a las 15:00 horas; participaron vecinos y amigos del joven, sin policías o personal de la FGE.
Primero realizaron un recorrido en un tiradero ilegal de carros, ubicado a un costado del spa Valparaíso Aguas Termales, para posteriormente adentrarse en la canalización del Río Tijuana sin acompañamiento de autoridades.
Elementos de la Guardia Nacional que los escoltaban, simplemente decidieron quedarse afuera de la canalización.
Los ciudadanos buscadores caminaban entre indigentes jóvenes y viejos que parecían estar vigilando la zona, algunas de estas personas en situación de calle decidieron enfrentarse a la no deseada visita, lo que generó algunos altercados.
Casi cuatro horas después, un kilómetro al sur de donde iniciaron el rastreo, encontraron el cuerpo de Kevin.
A las 16:51 horas del martes 6 se reportó ante las autoridades la localización de dos cuerpos en estado de descomposición tras la compuerta 16 -que estaba cerrada- de la canalización Río Tijuana, alrededor de 100 metros hacia el Sur del Puente Negro, pegado a la Vía Rápida Poniente que circula de norte a sur de la ciudad.
“Un cuerpo sin camisa con pantalón tipo deportivo color negro con líneas blancas, el cual yace en posición decúbito lateral derecho y abajo de este se alcanzan a ver las piernas de un segundo cuerpo”, informaron al C4.
Fueron necesarios seis hombres y un gato hidráulico para abrir la compuerta, entonces, se ignora cómo los asesinos metieron ahí los cuerpos.
Al respecto, el padre buscador Eddy Carrillo comentó que el viernes 9 de septiembre, tres días antes del hallazgo, su colectivo realizó una búsqueda en la canalización y abrieron la compuerta 16, pero estaba vacía.
Los cadáveres fueron ingresados al Semefo a las 23:02 horas. De uno se descartó que fuera Kevin; pero el otro coincidía con la descripción filial del menor, pues portaba pants negro con líneas blancas y tenis grises.
La FGE no confirmó que se tratara del menor, sus padres hicieron los trámites para llevar a cabo los exámenes de ADN, que podían tardar de cuatro a seis meses, tiempo que se aceleró gracias a la presión del Colectivo Todos Somos Erick Carrillo.
“Es lamentable el caso; sirvió la presión de la fundación porque les estaban dando un tiempo de cuatro a seis meses para tener los resultados periciales, tuvimos que hablar con los titulares de Fiscalía para acelerar el proceso”, declaró Eddy Carrillo.
“La gobernadora y la presidente municipal evaden sus responsabilidades diciendo que la investigación le compete a Fiscalía, sí, pero la seguridad les compete a ellas. Hay que trabajar en la Alerta Ámber, se cuestiona mucho a las familias cuando van a hacer la denuncia por desaparición, han tardado hasta dos meses en activar una Alerta”, refirió el líder del Colectivo.
A las 15:00 horas del lunes 12 de septiembre, la FGE confirmó a los padres de Kevin que el cuerpo encontrado en la canalización era el de su hijo, cuando sólo dos horas antes, el colectivo de búsqueda había hecho otra en el área para dar con el menor, pues los padres conservaban la esperanza de hallarlo con vida.
LESIONES E HIPÓTESIS
La causa de muerte expuesta por el Semefo fue “trauma cerrado de tórax y de abdomen”, en cuanto al momento en que le quitaron la vida, tampoco pudieron ser precisos, “más de 24 horas” antes de que el cuerpo fuera encontrado.
“Este caso es muy complicado por el avanzado estado de putrefacción (por altas temperaturas y humedad), es muy difícil que en el cuerpo externo se reproduzca el patrón del objeto, puño, cinturón, madera, etcétera”, detalló César González Vaca, jefe del Semefo, para explicar que no pueden saber con qué ni cómo recibió el niño los golpes que le provocaron la muerte.
También le fracturaron las costillas, mismas que le perforaron pulmones. Además, presentaba lesiones congestivas en hígado, riñones, bazo y páncreas.
“Los golpes debieron ser muchos, con fuerza extrema y precisos, o pudieron lanzarlo de un punto alto”, detalló un investigador. Pudo ser desde una escalera o un puente, pero no existen en el expediente elementos que permitan conocer la mecánica de hechos.
En Semefo dijeron que las dos hipótesis eran factibles, sin embargo, las presunciones eran subjetivas porque no han encontrado y analizado la escena del crimen.
“Cuando encontraron el cuerpo, los órganos internos ya tenía larvas, estaba a menos de 24 horas de que los devoraran y no pudiéramos conocer la causa de muerte”, agregó González Vaca.
Del lugar donde lo privaron de la libertad al punto donde encontraron el cuerpo de Kevin, existe una distancia aproximada de un kilómetro.
“SE ONDEARON”
“Quien lo mató no tuvo madre”, explotó un investigador al detallar que el cuerpo estaba muy golpeado, “pero todo indica que se ondearon, creyeron que Kevin era halcón de una célula contraria”.
El día previo a la desaparición del niño, jueves 1 de septiembre, en el mismo puente, dos presuntos vendedores de droga habían sido atacados. La balacera quedó registrada en el número de emergencia a las 05:06 horas. Policías informaron que encontraron a un masculino con pantalón azul, camisa verde y tenis negros, tirado bocabajo con un tiro en la cabeza, en un charco de sangre. Paramédicos lo dictaminaron muerto en el lugar y sigue sin identificar.
En el mismo atentado, fue lesionado José de Jesús Martínez Velázquez, de 24 años, quien recibió un balazo en el lado izquierdo de la cadera y la pierna del lado derecho. Éste dijo que al ir caminando sobre el puente, sin mediar palabra, un hombre de “complexión media, tez morena, cabello y barba negra, de camisa roja”, les disparó y huyó a pie; en la escena se encontraron 25 casquillos percutidos.
De acuerdo con un agente consultado por este Semanario, “los asesinatos en la zona de la canalización empezaron a crecer a partir de junio”.
EL SEGUNDO CUERPO
Junto al cadáver de Kevin, encontraron el cuerpo de otro hombre aún no identificado, quien fue asesinado a balazos. También aseguraron cuatro casquillos de una pistola 9 milímetros, los cuales resultaron positivos en otros seis asesinatos:
– El muerto del 1 de septiembre en el mismo puente Misión de la Paz.
– Ángel Rafael Palafox, asesinado el 18 de febrero dl 2022 en la colonia Mineral de Santa Fe, cruzando el mencionado puente.
– El e Silverio Lagunas, acribillado el 17 de febrero de 2017 en El Florido tercera sección.
– Un triple homicidio, de los sinaloenses Jesús Alfredo Chaidez, Luis Alberto Noriega y Joel Cuadras, baleados en un domicilio de la colonia Santa Cruz, Delegación Los Pinos, el 6 de febrero de 2017.
CABECILLAS DE NARCOMENUDISTAS
De los homicidas de Kevin, el fiscal general Ricardo Carpio dijo: “Tenemos apodos e identidades en proceso de establecer, pertenecen presunta e inicialmente a las células de narcomenudistas del Cártel de Sinaloa”.
Los poco más de 11 kilómetros de canalización del Río, y los puentes que la atraviesan, son uno de los principales puntos de venta de droga en Tijuana, de acuerdo a los reportes de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad, “heroína, cristal, fentanilo y marihuana” son la oferta.
Las autoridades informaron que quienes ahí deinquen, están identificados como:
– “El Tigre”, está identificado -sólo por apodo- por las áreas de Inteligencia de las corporaciones locales, como el principal operador criminal de esa extensa zona.
Las autoridades investigan la posibilidad de que se trate de José Soto Gastélum, originario del Rancho La Estrella en Sinaloa, integrante de una de las familias que controlan el cártel sinaloense, con presencia identificada en BC desde 2006, trasegador de droga a Estados Unidos, proveedor de enervantes para las células locales y con ranchos en La Rumorosa, sea el actual líder en la canalización, pero no lo han corroborado porque hay criminales con menos poder y contactos, usan el mismo apodo en otros grupos y cárteles.
Reportan también a uno de los familiares de “El Tigre”, a quien únicamente mencionan como:
– “El Rayo”, quien controla la parte sur del canal.
– “El Flaco”, sujeto al que pagan piso.
– Sara Tinajero, quien sería su más reciente lugarteniente delictiva.
La mujer se empoderó al ocupar el lugar que tenía su esposo, el ex policía municipal de Tijuana, Julio Gabriel Preciado Ochoa, asesinado el 10 de julio en Ensenada. También fue favorecida por el asesinato de Brenda Espinoza “La Dama del Narco”, ocurrido la madrugada del 23 de julio al salir de una fiesta de XV años en el fraccionamiento Tomás Aquino en Tijuana.
Todos identificados hasta el mes de julio como operadores del Cártel Arellano Félix (CAF), “con entradas violentas del Cártel de Sinaloa”.
LOS MÁS BUSCADOS DE LA CANALIZACIÓN
El área del canal está dividida en cuatro espacios criminales:
- Zona Centro, Zona Norte, Zona Río y la Postal.
- Puente Buena Vista, 20 de Noviembre y Colonia Libertad.
- Zona de Cruz Roja y Los Álamos.
- Área de El Vergel, Murúa y Alamar.
Entre enero y septiembre, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana, ha detenidos en la canalización a más de 17 mil personas por faltas administrativas –reciclados que regresan a la calle en 36 horas- y 450 por diversos delitos, la mayor parte a la altura de las zonas Centro, Norte y el área del Centro Escolar Agua Caliente.
“En toda la zona hay compuertas para esconderse. Vendedores y consumidores entran y salen constantemente”, refiere la autoridad.
Autoridades integradas a la Mesa de pacificación identificaron como principales vendedores y homicidas en la canalización a:
-Raúl León Fregoso alias “El Rulas” y/o “El Güero” uno de los sospechosos en el caso Kevin, no precisaron cártel, aunque el fiscal se inclina por el Cártel de Sinaloa.
A pesar de que el punto de venta del puente Misión de la Paz es mayormente controlado por traficantes del CAF.
* Luis Arturo Ortiz Morales “El Moreno”, con actividad en la Tercera Etapa; policías lo ubicaban originalmente en el CAF, pero están analizando su posible traslado a Sinaloa.
* Julio César Moctezuma Mayo “El Conejo”, nativo de Acapulco, Guerrero y residente de la Zona Norte, procesado por posesión de arma en 2019, tres veces por delitos contra la salud el mismo año y una más por posesión de droga en 2020; cuatro expedientes pendientes por narcomenudeo y 28 detenciones por faltas al Bando de Policía y Buen Gobierno. Existen rumores de su asesinato, pero no está registrado en la FGE o Semefo, aunque las autoridades no descartan que pueda ser alguno de los “no identificados”.
– “El Charger”, podría ser “El Rayo”, homicida sanguinario quien como seña particular tiene en el cuello el dibujo de un rayo similar el logo del equipo de futbol americano Cargadores de Los Ángeles
Del CAF:
* José de Jesús Martínez Velázquez “El Pelón”.
* Rubén Martínez Velázquez “El Dener”.
* José Luis Munguía Palomino, alias Jesús Mercado Rodríguez “Michigan”.
Del Cártel de Sinaloa:
* Julio Enrique Enciso Muñoz.
* Eduardo Zazueta Méndez (Libertad, Postal y Mineral de Santa Fe).
* Erick Oliver Centeno Ceballos “Game Boys”.
* Jonathan David Hernández Hernández “El Chapas”, residente del canal.
Del Cártel Jalisco Nueva Generación:
* José Guadalupe Verdín “El Lupillo” y/ o “El Dealer”, operador de Zona Norte.
Todos, con antecedentes por narcomenudeo y numerosas remisiones por faltas al Bando de Policía y Buen Gobierno.
AUTOR: INVESTIGACIONES ZETA.
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