César Duarte Jáquez, el exgobernador priista de Chihuahua acusado de peculado y corrupción, es un enfermo consentido por la panista Maru Campos, actual mandataria de la entidad, denuncian personas allegadas al caso.
Preso en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1 del estado de Chihuahua, Duarte Jáquez entra y sale de su celda constantemente con motivo de sus enfermedades para ser atendido en hospitales de lujo, privilegio del que no gozan sus compañeros de cárcel.
“El 26 junio (pasado) salió de prisión para operarse una hernia y fue intervenido en el hospital Ángeles en Chihuahua capital, pero la verdad es que estando internado se puso a recibir a políticos y expolíticos del estado que trabajaron con él”, expone uno de los quejosos.
En varias llamadas telefónicas los denunciantes que buscaron a Proceso detallaron el tipo de visitas que recibió el presunto delincuente de cuello blanco.
Mediante llamadas telefónicas Proceso pudo corroborar denuncias sobre Duarte. Una de las personas consultadas fue Javier Corral Jurado, antecesor de Campos en la gubernatura.
“Está en boca de todos acá en Chihuahua –dice Corral–, pero no pasa nada, Duarte Jáquez está contento de que lo tengan preso en el estado porque, como es amigo de la gobernadora, tiene capacidad de manejo de muchas cosas, lo que no ocurriría si fuera un preso por cargos federales.”
En recuperación… de poder
La intervención quirúrgica de la hernia fue el primer privilegio médico de Duarte Jáquez. El miércoles 14 de septiembre volvió a salir del Cereso número 1 para ser internado en otro nosocomio, más caro que el Ángeles.
“Ahora lo operaron de los discos de la espalda baja en el Star Médica de Chihuahua capital. Ahí va a estar internado por lo menos hasta el sábado 24 de septiembre. Lo comento porque lo están presumiendo sus familiares que lo están visitando”, enfatizó otro de los quejosos.
Consultado sobre esta segunda salida de prisión e ingreso al hospital de lujo, Corral lo confirma. Y agrega: “Sorprende que el gobierno federal lo permita, porque deben estar enterados, incluso entre los reclusos del Cereso donde está Duarte Jáquez hay inconformidad por ese trato”.
Al exgobernador priista de Chihuahua se le acusa de malversar más de 6 mil millones de pesos del erario, además de enriquecimiento ilícito y corrupción. No obstante, hasta ahora su caso no está en manos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2395 de la revista Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: J. JESÚS ESQUIVEL.
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