A través de un video, Figueroa, conocido por buscar personas centroamericanas desaparecidas en México, informó que en los próximos días las autoridades realizarán la confronta con sus muestras de ADN así como las de su madre con el fin de corroborar si hay parentesco de los restos con la familia.
“Nos saltó la alerta y también la desesperación porque justo ahí fue donde se obtuvo información de mi hermano por última vez; se localizó una fosa clandestina con restos humanos(…) Por supuesto que tenemos miedo que sea mi hermano, también esa esperanza que nos da, por supuesto que nosotros buscamos a mi hermano con vida porque vivo se lo llevaron, vivo lo queremos, pero también conocemos la realidad de este país. México se ha convertido en un cementerio que donde quiera que abres la tierra encuentras restos humanos”, dijo Figueroa.
Rubén Figueroa denunció que México es un país de alto riesgo para realizar las labores de búsqueda de personas desaparecidas. El mismo defensor ha recibido amenazas a partir de su activismo para encontrar a su hermano, según él mismo declaró en el video. El último caso de violencia contra familiares de personas desaparecidas fue el asesinato de Rosario Lilián Rodríguez Barraza el pasado 31 de agosto en Sinaloa. Como ella otros y otras 14 familiares en búsqueda han perdido la vida intentando encontrar a sus seres queridos.
“En mi caso, temo por la salud de mi familia, de mi persona; no descarto que el crimen organizado o alguna autoridad está detrás de la desaparición de mi hermano, todo puede suceder en México. (…) Buscar un ser querido en México también puede significar desaparecer o morir en el intento; no claudicaremos, seguiremos buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas hasta encontrarlos”, insistió.
En caso de que los restos no correspondan a su hermano, Rubén Figueroa pidió a las autoridades den con la identidad de éstos para que los regresen a su familia con prontitud.
Freddy Díaz Figueroa, de 42 años de edad, desapareció en junio de 2020 cuando viajaba en compañía de dos personas de Playa del Carmen a San Carlos, en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo, había dejado su natal Tabasco por la falta de empleo ante la pandemia por Covid-19. Pese a la distancia no dejó de tener comunicación con su madre, por eso la incomunicación de su parte fue el primer indicio de que algo no estaba bien, desde entonces no se sabe nada de su paradero. Fue así como su hermano Rubén empezó a buscarlo y encontró que Freddy no era el primer desaparecido en la zona.
La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP) ya solicitó a la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo acceso a la investigación que tienen conforme a la localización de estos restos.
Desde hace 16 años Rubén dirige Proyecto Puentes de Esperanza con lo que busca localizar a personas migrantes desaparecidas para que se puedan reencontrar con sus familias. Y durante 12 años estuvo como encargado de la búsquedas y coordinar la zona sur y sureste del Movimiento Migrante Mesoamericano. Rubén reitera que tienen esperanza y miedo de que sean los restos de su hermano, pero afirma que quien quiera que sea su familia tiene el derecho a la verdad y la justicia para saber quiénes son.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, en México se reportan hasta este martes 105 mil 429 personas desaparecidas y no localizadas. Cerca del 80 por ciento de estas desapariciones ocurrieron en los últimos 16 años, a partir de que se inició la llamada guerra contra el narcotráfico y las Fuerzas Armadas tomaron un rol activo en la seguridad pública.Tan sólo de mayo pasado a la fecha, se sumaron 5 mil nuevas desapariciones a la lista.
AUTOR: LUCÍA FLORES.
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