México aún no puede importar carne de Argentina. El proceso para que las autoridades sanitarias permitan su acceso está en curso desde hace más de un año, pero con la licencia única universal que anunció el gobierno el lunes pasado y que se otorgará a 15 empresas para exentarlas de trámites y permisos sanitarios —incluyendo los de Senasica y Cofepris—, estas compañías ya podrán traer ese producto desde el país sudamericano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador tomó el ejemplo de la carne argentina para asegurar que los controles sanitarios son “un obstáculo” para conseguir productos baratos en mercados extranjeros y así bajar la inflación, que es lo que busca la licencia única universal.
Investigadores consultados por Animal Político explican que si aún no se puede importar carne de Argentina es porque no se ha terminado de avalar que no haya un nuevo riesgo de entrada de fiebre aftosa a México. En Argentina, aunque ya no hay brote de la enfermedad, todavía se vacuna a las reses para evitar contagios.
La fiebre aftosa es una enfermedad provocada por un virus que no se transmite a los humanos pero genera en el ganado vesículas dolorosas en partes como la lengua y las encías. Ese dolor impide a las reses comer, lo que a su vez afecta la producción de leche y carne. Por ello, en esos casos es necesario sacrificar a los animales para que no continúe la propagación, explica Manuel González-Toimil, técnico académico en bovinos productores de carne de la FES Cuautitlán de la UNAM.
De acuerdo con información de Senasica, México está libre de fiebre aftosa desde 1995. En 2001, suspendió las compras de carne a Argentina, cuando ahí hubo un brote.
Veinte años después, en 2021, durante la visita a México del presidente argentino Alberto Fernández, él y López Obrador acordaron reabrir el mercado mexicano a la carne deshuesada procedente del país sudamericano, siguiendo los procesos debidos para garantizar la sanidad y la inocuidad del producto.
Los trámites iniciaron hace más de un año y todavía no terminan. González-Toimil expone que por lo regular no tardan tanto, pero que cuestiones como la pandemia de COVID-19 y la guerra entre Ucrania y Rusia pueden haberlos retrasado.
Hasta el momento, no hay fecha exacta para que termine el proceso, pero se espera que antes de finalizar el año se concrete la apertura del mercado mexicano a la carne de res deshuesada de Argentina, dice González-Toimil.
“Es importante que este proceso concluya, aunque se abra el mercado (con la licencia única universal); de lo contrario, podemos abrir más el riesgo de que entre carne argentina con algún problema sanitario y que vuelva a contagiar al hato ganadero mexicano de una enfermedad que ya la vivimos y que la erradicamos”, señala Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Gilberto Aranda Osorio, profesor investigador del departamento de Zootecnia de la Universidad Autónoma de Chapingo, argumenta que las importaciones ayudan a tener suficiencia de alimentos, pero estas tienen que darse bajo una normatividad que evite que se vulnere el estatus sanitario de México.
“El país ha luchado mucho por mantener un estatus sanitario tanto en lo vegetal como en lo animal; en este proceso ha pasado por la erradicación de la fiebre aftosa, con grandes pérdidas, también por la influenza aviar, la fiebre porcina, y el dejar libre la importación sin el marco regulatorio que tiene el país pone en peligro ese estatus sanitario y las cadenas productivas”, subraya Aranda Osorio.
“No solo es una cuestión del mercado interno, todos los países deben cuidar su estatus sanitario; si hay un brote de alguna enfermedad en el ganado, quedamos desarmados para poder exportar”, agrega.
Actualmente, precisa Juan Carlos Anaya, México es el quinto productor de carne de res del mundo y el octavo exportador. “Exportamos cortes y lomos e importamos pulpas, vísceras y productos que se complementan para el abasto nacional; con un brote, en efecto, se pondría en riesgo también la exportación”.
Animal Político solicitó una entrevista a Senasica para hablar de cómo va el procedimiento para que se permita la entrada de carne deshuesada argentina a México y cuáles son las implicaciones de abrir el mercado sin que concluya ese proceso, pero la dependencia declinó hablar del tema.
La ruta debida
“¿Sabías que para permitir la importación de cárnicos para consumo de la población mexicana se sigue un amplio proceso de análisis zoosanitario, con el fin de garantizar su sanidad e inocuidad de los productos? Pues así es, en el Senasica no nos tomamos este tema a la ligera y antes de permitir la entrada de alimentos, nos aseguramos que no representan ningún riesgo para el estatus zoosanitario del país, ni para la salud humana”, dice un comunicado de Senasica.
En este documento, la dependencia explica el proceso que debe seguir un producto cárnico para que se permita su entrada. El primer paso consiste en que la autoridad sanitaria del país exportador realice la petición formal a Senasica; posteriormente, se deben evaluar los servicios veterinarios y la condición zoosanitaria del país de origen, que debe entregar evidencia documental.
Senasica inicia, con base en la documentación entregada, un análisis de riesgo, en el que se detectan aspectos como las necesidades operativas y de infraestructura en los puntos de ingreso al país, a fin de garantizar un flujo comercial seguro.
Una vez concluido ese análisis, México envía técnicos al país exportador para evaluar in situ la condición zoosanitaria, la vigilancia epidemiológica, la inocuidad y la aplicación de buenas prácticas pecuarias y de producción.
Se evalúan también los sistemas de inspección y cada uno de los establecimientos de sacrificio y procesamiento de productos cárnicos interesados en exportar sus productos a México. Estos deben cumplir los mismos requisitos de la regulación mexicana de Tipo Inspección Federal (TIF).
En caso de aprobación, ambas autoridades acuerdan un protocolo sanitario, en el que establecen los requisitos para introducir un producto determinado al territorio nacional. Si los términos son aceptados por ambas partes y los requerimientos mexicanos se cumplen en su totalidad, Senasica autoriza la importación.
Fue en julio pasado cuando un grupo de 17 veterinarios mexicanos visitó Argentina para hacer la inspección in situ. A partir de entonces, se abrió un periodo de 60 días hábiles para que entregara su informe.
“Aunque el informe no se ha hecho público (y no se sabe si ya se entregó), lo que se comenta es que los inspectores encontraron algunos hallazgos, el propio vicepresidente de Senasa (el organismo símil de Senasica en Argentina) lo comunicó así (en una entrevista), que se habían encontrado algunos hallazgos menores que se podían solucionar en el corto plazo”, dice González-Toimil.
Sin embargo, en cuanto se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo por el que se permite a estas empresas exentar los trámites y permisos sanitarios, la carne argentina y otros productos podrán entrar al país, aunque no hayan terminado de demostrar su inocuidad.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ANDREA VEGA.
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