Hace unos días, el Inegi presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad. No son datos de las organizaciones de la sociedad civil, tampoco los otros datos del Gobierno de la República, sino los datos de los ciudadanos. Cada trimestre, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática realiza la encuesta para conocer la percepción de los mexicanos respecto la seguridad, la inseguridad, la violencia, la comisión de delitos y la confianza en las autoridades.
Levantada en el tercer trimestre de este 2022 y dada a conocer este mes de octubre, la encuesta develó las seis ciudades en las cuales sus residentes se sienten más inseguros. En las seis ciudades se han presentado eventos violentos, toma de calles con incendios, masacres, ejecuciones, multihoicidios, y la constante es el narcotráfico.
El primer sitio de la deshonrosa estadística lo lleva Fresnillo, Zacatecas, tierra donde el 91.3 por cierto se siente inseguro, y donde el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) libra una batalla por el territorio contra el Cártel de Sinaloa (CDS); la segunda posición es la ciudad en la que recientemente se masacraron a doce personas mientras departían en un bar, Irapuato, Guanajuato, donde el 91.3 por ciento de sus residentes no se siente seguro, y donde la dominancia criminal la ostenta impunemente el CJNG.
Naucalpan de Juárez, Estado de México, está en el número tres de la lista con la inseguridad planteada por el 90.8 por ciento de sus habitantes, este municipio es de los pocos en la lista (el otro está en Sonora), donde no predomina en la actividad criminal el cártel comandado por “El Mencho”, sino la organización delictiva Guerreros Unidos, contra el Cártel de Sinaloa. La cuarta posición es para la ciudad de Zacatecas, donde también enfrentan una narco guerra los criminales asociados al Cártel Jalisco Nueva Generación contra los del Cártel de Sinaloa, en esta tierra, el 90.7 por ciento de sus habitantes se siente inseguro.
Ciudad Obregón, Sonora, es la quinta ciudad con la percepción de mayor inseguridad en el país, 90.1 por ciento de sus habitante, así lo respondió. En esa demarcación el cártel de los Salazar, uno de los más violentos del país, intenta controlar el territorio criminal a fuerza balas y sangre, en una cruenta pelea contra el Cártel de Caborca, comandado hasta hace unos meses por Rafael Caro Quintero, detenido de nueva cuenta, preso y a la espera de un proceso de extradición.
La sexta ciudad más insegura del país es uno de los puertos más importantes, Colima, donde miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación se han asentado para el control del tráfico de drogas y precursores por la vía marítima y terrestre.
Los datos obtenidos de los ciudadanos coinciden con la realidad de crimen, violencia e inseguridad del país que observamos en reportes de medios de comunicación, con las constantes masacres y atentados contra ciudadanos, policías, criminales. Las estadísticas del Inegi deberían servir al Gobierno de la República para el establecimiento de políticas púbicas para, en este caso, combatir la inseguridad y la violencia, no para enfrentarlos “con otros datos”.
En la misma encuesta del Inegi, 64.4 por ciento los mexicanos dijo sentirse inseguro, el dato coincide con el del tercer trimestre del 2021, cuando 64.5 consideró inseguro vivir en su ciudad de residencia.
De igual manera fueron determinados los lugares donde los ciudadanos se sienten más inseguros: En cajeros automáticos, 73.6 por ciento, transporte público, 67.4 por ciento, instalaciones bancarias, 58.85 por ciento, en las calles el 57.4 por ciento. Si lo comparamos con los reportes diarios de inseguridad y violencia, tampoco distorsiona la realidad. En Baja California, hubo reportes de robos que terminaron en asesinatos, de personas que salían del banco con altas sumas de efectivo, o de alguna casa de cambio, lo mismo son comunes, para desgracia de los ciudadanos los videos que muestran como miembros de la delincuencia suben a unidades de transporte público a asaltar a los usuarios. Sin embargo, ni los videos, ni la estadística del Inegi, han servido como referente para que la seguridad, el patrullaje, la investigación y los operativos se realicen en esos sectores de los mexicanos se sienten, y están, más inseguros.
Sin esperanza ante la evidente falta de acciones, operativos de seguridad y persecución, y combate de la delincuencia, el 35.2 por ciento de los mexicanos cree que en los siguientes doce meses, la inseguridad seguirá “igual de mal” como la percibe en el tercer trimestre de este 2022, mientras que el 25.7 por ciento, está convencido que la situación va a empeorar.
En ese contexto, 52.4 por ciento de la población fue testigo de robos y asaltos, 36.6 por ciento de disparos de armas de fuego, y 25.9 por ciento de presencia de bandas violentas.
Aun sin introducir la política en la estadística, sin hacer notorio cuál partido gobierna los estados que albergan a las ciudades consideradas como las más inseguras, una vez más la estadística del Inegi sirve sólo para reflejar lo mal que se encuentran los mexicanos en términos de inseguridad, y no para elaborar y emprender políticas públicas que sean efectivas y contribuyan a la seguridad o por lo menos, a la percepción de la misma. Y todo porque desde Palacio Nacional se percibe un bienestar que no se puede demostrar.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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