El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, Fernando Sánchez González, indicó que si no se han adquirido más armas para la policía municipal ha sido porque la licencia oficial colectiva “ha sufrido algunas modificaciones”.
Explicó que ante los cambios que se han operado en las instancias de seguridad en Baja California, desde que la secretaría estatal se fusionó con la procuraduría, se ha tenido que efectuar una serie de trámites para dar cuenta a nivel nacional en qué instancia recae la licencia.
Durante la administración de Jaime Bonilla Valdez desapareció la Policía Estatal Preventiva y el esquema institucional al que pertenecía esa corporación se desarticuló para dar paso a la Fiscalía General del Estado, la cual en su primera fase estuvo a cargo de Guillermo Ruiz Hernández.
Una vez que arrancó el actual gobierno del estado, a cargo de Marina del Pilar Ávila Olmeda, se creó de nueva cuenta la instancia estatal con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cuyo titular es el general Gilberto Landeros Briseño.
“Ya llevamos algunos años en los que lamentablemente no se ha podido adquirir nuevo armamento”, refirió a ZETA Fernando Sánchez González.
“Cuando se fusiona la secretaría de seguridad del estado con la procuraduría y hay que hacer toda una serie de reglamentación ante la Secretaría de la Defensa Nacional para informar de esa fusión. A los dos años se vuelven a separar, se crea la fiscalía del estado y la secretaría de seguridad el estado y se tiene que hacer de nueva cuenta toda la documentación que demuestre que ya la licencia oficial colectiva (núm. 186) queda bajo la responsabilidad directa de la secretaría de seguridad del estado”, manifestó.
“Eso no nos ha permitido poder adquirir las armas que necesitamos, esperemos que para el siguiente esto quede debidamente regulado y entonces poder adquirir el armamento que necesitamos”, agregó.
Del número de armas que requiere la Policía Municipal de Tijuana se limitó a decir que debe hacerse “un reemplazo”. Señaló que con municiones sí se cuenta, “pero hay muchas municiones que igual con el paso del tiempo se van deteriorando”.
Detalló que “cuando falla una pieza del arma no puedes hacer adecuaciones si no estás regulado por la Secretaría dela Defensa Nacional”.
De ahí que el arma se tenga que dar de baja el arma “por un resorte, por un aditamento”, afirmó el funcionario municipal, quien añadió que tanto de armas cortas como de largas se tiene que hacer el reemplazo.
El lunes 10 de octubre la alcaldesa, Montserrat Caballero Ramírez, aseguró en declaraciones para los medios de comunicación que la estrategia de “abrazos, no balazos” en el país quedó atrás y que se está transitando a una etapa en la que se aplique “más fuerza, más fortaleza”. Por lo que ella en su calidad de presidente municipal, seguía pidiendo “más armas”.
AUTOR: EDUARDO ANDRADE URIBE.
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