A dos años de que termine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), uno de sus proyectos emblemáticos, permanece atorado y marcado por conflictos. El gobernador Alejandro Murat Hinojosa no alcanzará a verlo terminado, pues terminará su mandato el 30 de noviembre.
El pasado 30 de septiembre, en vísperas de una gira a la entidad, desde Palacio Nacional el presidente minimizó los obstáculos que se presentan en obras como la carretera Oaxaca-Puerto Escondido:
“Vamos a terminar, queremos terminar ya el de Oaxaca a Puerto Escondido a finales de este año. Hemos ahí enfrentado algunos problemas por diferencias agrarias entre pueblos y estamos, mediante la conciliación, llegando a acuerdos. Se han portado muy bien todas las comunidades de Oaxaca y ahí vamos avanzando.”
La carretera tampoco se concluirá en el plazo al que se comprometieron López Obrador y Murat Hinojosa. Su inauguración estaba prevista para julio de 2022, pero la vialidad lleva un avance de 83.85%, frenada por el conflicto agrario entre las comunidades de San Vicente Coatlán y Sola de Vega. La construcción de esta carretera está por cumplir 15 años.
En cuanto al CIIT, ejidatarios y organizaciones de las comunidades se oponen al proyecto por considerarlo invasivo. Sus bloqueos han sido retirados, pero constantemente surgen nuevos.
Algunas protestas tienen otro origen. El pasado 30 de junio la Unión de Camioneros de Estación Mogoñé bloqueó la carretera transístmica para exigir a López Obrador el pago de seis meses que les debían por los acarreos de materiales para el proyecto.
El más reciente conflicto detonó el lunes 24 de octubre. Muy temprano, indígenas binnizá de la comunidad zapoteca Puente Madera desalojaron a personal de seguridad privada del CIIT, incendiaron tres vehículos e instalaron un bloqueo carretero para exigir la cancelación del Parque Industrial en las tierras de uso común del monte El Pitayal, “por toda la corrupción, imposición y afectaciones ambientales que representa”.
Unos 30 guardias privados del CIIT arribaron al lugar y colocaron, con el resguardo de la Policía Estatal, una lona con la leyenda: “Propiedad del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec” en la entrada del monte El Pitayal, a un costado de la carretera Panamericana.
El grupo indígena quemó la lona y denunció que fue colgada “de manera autoritaria y a manera de provocación”. Y aseguraron:
“Por nuestra posición en respeto y defensa de nuestro territorio y tierras de uso común, de las cuales sobrevivimos varias comunidades aledañas al monte El Pitayal, hemos sido objeto de violencia política como comunidad indígena al negarnos los recursos que requerimos para mantenimiento mínimo de los servicios públicos con los que contamos.”
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2400 de la revista Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO MATÍAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario