En los últimos dos años, las autoridades mexicanas han decomisado 55 mil 996 armas de fuego en el país, ya sea porque fueron usadas en enfrentamientos o porque fueron encontradas en la frontera; de estas, una quinta parte fueron incautadas en las ciudades fronterizas de Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa, pero también en Guadalajara, Querétaro y León.
Las incautaciones de armas en las ciudades fronterizas coinciden, prácticamente, con los condados de Estados Unidos que más armas venden, muchas de las cuales son traficadas a México, donde alimentan la violencia homicida, recalcó hoy el canciller Marcelo Ebrard durante una conferencia sobre tráfico de armas en El Colegio de México.
Entre las armas que un ciudadano puede adquirir en una tienda o por internet en Estados Unidos figuran algunas que, según el gobierno federal, están especialmente dirigidas al “mercado” criminal mexicano: el Barrett M82A anti-armor, que los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizaron para derrumbar un helicóptero del Ejército durante el operativo que trató de capturar a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, así como la famosa AK-47, o “cuerno de chivo”, que se puede comprar por apenas mil 500 dólares.
En los últimos dos años, la cancillería ha promovido dos demandas en Estados Unidos para visibilizar y frenar el tráfico ilegal de armas en el país; la primera, presentada contra empresas fabricantes de armas, fue descartada por el juez a finales de septiembre –México está apelando esta resolución–, y la segunda, que apunta a las tiendas de armas en la frontera identificadas como fuente del tráfico a México, se encuentra pendiente en la corte de Tucson, Arizona.
La cancillería también está preparando un estudio sobre la promoción de armas por las mismas empresas fabricantes de armas en los videojuegos para adolescentes, que serviría en una nueva demanda a futuro. “Pero esto es lo que sigue”, comentó Ebrard.
En este contexto, el equipo de Ebrard está recopilando más datos y afinando sus argumentos para obligar a Washington a frenar el tráfico de armas, en contraparte a las exigencias de Estados Unidos a México por combatir el tráfico de drogas y de precursores químicos, y por frenar la llegada de personas migrantes.
“No les estamos pidiendo que hagan una operación gigante, difícil, compleja, casi imposible; ahí están los lugares”, sostuvo Ebrard, proyectando un mapa de los condados con mayor venta de armas, y recalcó que las autoridades de Estados Unidos apenas incautaron 355 armas en la “última milla” de su frontera con México. “Esto es insostenible y no lo vamos a permitir”, insistió el político.
Ebrard también recalcó que la violencia homicida se ha disparado en Estados Unidos en los últimos dos años, pues pasó de 16 mil 632 en 2019 a más de 22 mil 900 el año pasado, y la cancillería está preparando estudios para ver si este aumento coincide con las regulaciones de armas o no.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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