En contraste con el reclamo de los refugios —que a lo largo del año denunciaron las problemáticas que tuvieron por la falta de presupuesto—, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) afirmó que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha escatimado en recursos para consolidar estos centros, y que los retrasos que se presentaron fueron extraordinarios debido a la migración del programa y su presupuesto de la Secretaría de Bienestar a la de Gobernación.
Fabiola Alanís, titular de la Conavim, dijo en entrevista que para octubre todos los refugios fueron atendidos, “y en 2023 estamos seguras de que vamos a poder transferirles recursos en los primeros meses del año; para nosotros, lo más importante es remarcar que, con todo y los retrasos, ningún espacio se cerró”.
“Tenemos la indicación del presidente de no escatimar en recursos para garantizar todas las acciones y programas que contribuyan a la prevención de la violencia, y se están atendiendo las causas que la generan. También estamos impulsando una estrategia de cero impunidad, para que ningún delito que ocurre en contra de las mujeres quede sin castigo”, agregó la funcionaria.
Entre enero y octubre, en el país se registraron 792 víctimas de feminicidio, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De estos casos, el 88% permanece impune, según un análisis de la organización México Evalúa.
El delito que afecta particularmente a mujeres y que cuenta con mayor número de carpetas de investigación abiertas es el de violencia familiar, con 230 mil 030 casos en 10 meses de 2022. El 97% de ellos continúa sin sentencia.
En el mismo periodo se registraron 13 mil 391 denuncias por violación, delito del que solo cuatro de cada 100 casos no han quedado impunes, según los cálculos de México Evalúa.
Al respecto, Alanís reconoció: “Sigue siendo insuficiente la procuración de justicia, especialmente de las fiscalías, para identificar a tiempo cuando una mujer está en riesgo o para no revictimizarla, como sucede todos los días. Es un trabajo donde hemos puesto nuestro mayor empeño sin escatimar recursos, esfuerzos y coordinación con las entidades desde el Ejecutivo, pero todavía falta mayor responsabilidad y actuar con más contundencia desde los otros poderes”.
“Hemos trabajado de manera conjunta con los estados, pero nos cuesta mucho trabajo que entiendan el papel que les toca jugar a las fiscalías, que ya no pueden poner como pretexto el desconocimiento de protocolos o acciones que deben implementar para garantizar la seguridad de las mujeres, y en ese sentido, estamos incrementando la labor para el avance de las alertas de género”, destacó.
“Todos los días tendrían que ser 25N”
Para Figueroa, ante la crisis de violencia feminicida en México, “todos los días tendrían que ser 25N, de exigencia y de reconocimiento de las violaciones contra los derechos humanos de las niñas, adolescentes y mujeres, que tienen muchos rostros, y uno de ellos es el de las autoridades que se niegan a proteger a quienes lo necesitan, pero cuando van a denunciar no les creen o minimizan los riesgos en los que se encuentran”.
De las mujeres que acuden a los refugios, cuatro de cada 10 manifestaron que antes de pedir ayuda a la RNR intentaron poner una denuncia y recibir medidas de protección contra sus agresores —quienes generalmente son personas conocidas o integrantes de su familia—, pero no les hicieron caso.
“Estas transgresiones a los derechos humanos se dan a la luz y al amparo de un sistema patriarcal, machista, colonizador y capitalista, donde la indiferencia es una constante. Los datos reflejan la emergencia nacional en la que siguen viviendo miles de mujeres en México”, indicó la directora de la RNR.
Figueroa explicó que, en lo que va del año, las entidades en las que se ha incrementado en mayor medida la búsqueda de apoyo de mujeres víctimas son la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Chiapas y Yucatán, donde incluso —con consentimiento de las víctimas— algunas han tenido que ser trasladadas hacia otras zonas del país, a refugios que no se encuentran saturados.
En el país, al menos siete de cada 10 mujeres han vivido violencia al menos una vez a lo largo de su vida, de acuerdo con la información recabada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la Encuesta Nacional de Dinámicas en los Hogares (ENDIREH), de la que se desprende que el 51.6% de las víctimas sufrió agresiones psicológicas, 49.7% de tipo sexual y 34.7% ataques físicos.
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