Más de mil tepehuanos con machetes, armas de fuego y el argumento de un supuesto respaldo presidencial, invadieron predios de particulares y ejidos. Irrumpieron en cinco comunidades serranas de Valparaíso, municipio colindante con Durango, con la pretensión de “recuperar” 35 mil hectáreas de suelo zacatecano que reclaman como parte de su territorio ancestral.
Los ejidatarios y habitantes de las comunidades invadidas aseguran estar dispuestos a todo para defender su territorio y evitar lo que consideran “otro despojo”, semejante al de hace una década, cuando el grupo indígena se apropió del territorio de Bernalejo de la Sierra en este municipio zacatecano.
Tras una resolución judicial, en 2003 fue reconocido como parte de los terrenos comunales del pueblo o’dam, pasando así a formar parte de Mezquital, Durango.
Esta nueva disputa por el territorio se ha agudizado en las últimas dos semanas al grado de que, advierten autoridades municipales y diputados locales, existe el riesgo latente de un enfrentamiento armado, sobre todo por la nula actuación de las autoridades estatales y federales para solucionar el conflicto, pese a que han sido notificadas de la gravedad de la situación.
Además, otro factor de violencia en esta región serrana es la pugna entre los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación por el control del territorio.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2403 de la revista Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ALONSO CHÁVEZ LANDEROS.
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