Cecilia Flores Armenta y su hija Milagros Valenzuela compartieron que el tener un familiar desaparecido es un camino muy doloroso y desgastante física y mentalmente; a ello –y lo más lamentable– es que también tienen que cargar y luchar contra la apatía, indolencia y ausencia de las autoridades
Milagros Valenzuela Flores tenía solo 14 años cuando se inició en la búsqueda y rastreo de personas tras la desaparición de su hermano Alejandro en 2015 y, posteriormente el secuestro de su otro hermano, Marco Antonio, en 2019.
Hoy, junto con su madre Cecilia Patricia Flores, forma parte y encabeza un colectivo de mujeres que caminan por calles y carreteras del país, así como rasgan la tierra para hacer el trabajo que las autoridades “deberían estar haciendo:” buscar a miles de personas desaparecidas en el país.