Luz Raquel Padilla Gutiérrez murió el pasado 19 de julio a causa de las heridas que sufrió tres días antes, cuando cinco personas le arrojaron gasolina y le prendieron fuego. Esta agresión ocurrió días después de que fuera amenazada por algunos de sus vecinos, a quienes les molestaban los ruidos que hacía su hijo, Bruno, un niño de 11 años diagnosticado con autismo severo.
La joven madre de 35 años fue enterrada este jueves 21 de julio, mientras se realizaban protestas en la Ciudad de México y Jalisco para exigir justicia por su asesinato.