Con la modificación de los planes parciales de desarrollo urbano en 2016, cuando el actual gobernador Enrique Alfaro fungió como alcalde de Guadalajara, inició la gentrificación y turistificación de zonas céntricas emblemáticas, lo cual solo trajo beneficio económico a inmobiliarias, lamenta el doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad, Diego Nápoles Franco.
Cita los casos de las colonias Americana, la Moderna e incluso los barrios que se ubican a lo largo del Paseo Alcalde, en pleno centro histórico donde tras largos años de abandono en cuestión de mantenimiento urbano y en seguridad, la autoridad apenas modificó el entorno.
El especialista destaca que una vez que la gente decide emigrar de esas zonas principalmente por motivos de inseguridad, la autoridad hace grandes inversiones, y le abona a la turistificación.
En consecuencia, encarece el valor del suelo, y para los colonos “empieza a ser costoso vivir allí y entonces se empieza a ir”, apunta.
"La vivienda que se está proponiendo no es accesible, la vivienda es para el negocio, incluso en sus espectaculares te lo dicen ‘para que inviertas y vivas de tus rentas’”, refiere.
Prosigue: “Entonces es evidente que la propuesta es para negocio, no es para habitar, no es para el habitante del barrio tradicional, o no es para los que en algún momento se fueron y volverlos a traer”.
Refiere que estudios demuestran “que hay una sobre oferta de vivienda. Es decir, en teoría no necesitaríamos vivienda, ya la hay, pero lo que están haciendo es crear una burbuja inmobiliaria”.
Diego Nápoles recuerda que cuando Enrique Alfaro estuvo de regidor y después como alcalde de Tlajomulco de Zúñiga impulsó el desarrollo horizontal en la periferia, a un costo bajo para las inmobiliarias quienes construyeron en tierras ejidales.
Alfaro ahora está detrás de “procesos de gentrificación, es decir de expulsión y de desplazamiento de la gente como en el barrio El Retiro, incluso en la misma colonia Americana”.
Un caso de estudio que realizó Diego Napolés fue en la colonia Americana (también conocida como Lafayette), sitio clasificado por la revista Time Out como el barrio cool de 2022.
Los testimonios de vecinos recogidos por el especialista concuerdan que la colonia Americana es insegura, sus quejas son desoídas por la autoridad; en consecuencia la gente emigra, los desarrolladores inmobiliarios compran casas baratas, las destruyen y venden departamentos lujosos.
En la colonia Americana previo a que se modificaran los planes parciales de desarrollo en 2016, justo en la administración de Alfaro, se caminaba por la calles sin temor a ser asaltado, y se apreciaban las fincas con valor artístico y patrimonial.
Hoy se observa varios desarrollos verticales, con edificios que rebasan la altura de la glorieta de Los Niños Héroes, en los principales corredores de la zona.
Aunque la normativa especifica que no se pueden levantar edificios de más de cuatro niveles, en el cruce de las calles Colonias y Guadalupe Zuno, hay uno de más de 10 pisos.
Pese a que los vecinos protestaron e interpusieron una demanda ante la Procuraduría Urbana no obtuvieron una respuesta positiva, incluso ya se oferta la vivienda.
Otra problemática que viven los vecinos es la proliferación de bares, cafeterías y restaurantes que provocan ruido constante, inseguridad y venta de drogas.
Diego Nápoles refiere que “con el afán de seguir vendiendo y de posicionarse en el mercado” a la colonia Americana se le promueve a nivel local e internacional como un polígono atractivo al contar con redes de transporte público, un andador, patrimonio arquitectónico, sitios de amenidad y ubicación céntrica.
“Lo que vemos entonces es una turistificación, es decir, se recurre a un valor exponencial, y te vendes hacia el exterior, y los primeros que van llegar ahí son los extranjeros, y ya los vemos”, señala el investigador.
Vaticina que ante la falta de una política pública se perderá la identidad colectiva y las fincas patrimoniales de la colonia Americana.
AUTOR: GLORIA REZA M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario