México ha registrado 136 mil 492 homicidios dolosos y 4 mil 031 feminicidios en los cuatro años con un mes que han transcurrido del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) actualizadas hasta diciembre pasado.
En diciembre de 2018, el primer mes de esta administración, se contabilizaron 2 mil 893 homicidios dolosos. En 2019 fueron 34 mil 718, para 2020 fueron 34 mil 563, para 2021 fueron 33 mil 350 y el 2022 cerró con 30 mil 968.
La cifra de 2022 representa una disminución de 7.1% respecto de la del año previo y también es la más baja en lo que va del sexenio de López Obrador.
En 2022, los cinco estados con más homicidios dolosos —medido en términos absolutos— fueron Guanajuato, con 3 mil 260; Baja California, con 2 mil 728; Estado de México, con 2 mil 604; Michoacán, con 2 mil 423, y Jalisco, con 2 mil 071.
Desde antes de asumir la presidencia en 2018, López Obrador dijo que “pacificar” al país y reducir los niveles de violencia sería una de las prioridades de su gobierno.
Si bien los números de homicidios dolosos muestran una tendencia a la baja, aún están por arriba de los 30 mil al año y las propias autoridades federales reconocen que este es un tema pendiente.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), por ejemplo, solamente un año se registraron más de 30 mil homicidios dolosos. Esto ocurrió en 2018, cuando fueron 33 mil 737.
En cuanto a los feminicidios, en diciembre de 2018 se registraron 101, para 2019 fueron 969, para 2020 fueron 976, para 2021 fueron mil 017 y para 2022 la cifra cerró en 968.
En este delito no se observa una tendencia sino altas y bajas. Hasta ahora, con sus mil 017 feminicidios, 2021 ha sido el peor año en esta materia.
Tanto organizaciones feministas como especialistas señalan que los altos índices de violencia contra las mujeres se deben a factores como la falta de políticas articuladas para prevenir, investigar y sancionar agresiones y la prevalencia de prácticas machistas.
A esto se suma la falta de recursos, que en 2022 padecieron los refugios para mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas. A lo largo del año, estos espacios reportaron retrasos de meses en la entrega de fondos federales que reciben para operar, a pesar de lo cual brindaron más servicios de apoyo que en 2021.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MAURICIO TORRES.
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