El juicio contra Genaro García Luna será encabezado por el Juez Brian Cogan, quien sentenció al capo Joaquín El Chapo Guzmán; el mismo que condenó a Muhamad Mahmoud Al Farekh, del grupo terrorista Al Qaeda, y el mismo que, en el año 2013, falló contra la Iglesia Católica al señalar que ésta no debía proveer de métodos anticonceptivos por una cuestión de libertad religiosa.
La espera ha llegado a su fin. El juicio contra Genaro García Luna iniciará este martes en Nueva York. El Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa es acusado por la Fiscalía de tener nexos contra el crimen organizado, el cual decía combatir desde su posición como uno de los principales responsables de la estrategia de seguridad de esos años.
Las audiencias, en las que el funcionario mexicano de más alto perfil será enjuiciado por narcotráfico en Estados Unidos, están programadas en punto de las 09:00 horas de la zona Este de Estados Unidos. Horas antes, un video captaba a su jefe, el expresidente Felipe Calderón Hinojos, cantando “Un velero llamado Libertad”, de José Luis Perales, y “El martes me fusilan”, de Vicente Fernández.
El proceso penal contra García Luna ha sido presidido por el Juez Brian Cogan, quien sentenció a Joaquín “El Chapo” Guzmán; el mismo que condenó a Muhamad Mahmoud Al Farekh, del grupo terrorista Al Qaeda, y el mismo que, en el año 2013, falló contra la Iglesia Católica al señalar que ésta no debía proveer de métodos anticonceptivos por una cuestión de libertad religiosa.
La selección final de las 12 personas que conformarán el jurado es el paso previo a que arranquen las audiencias en las que tanto la Fiscalía de Brooklyn, como la defensa del acusado, encabezada por el abogado César del Castro, presentarán las pruebas durante el juicio en el que los fiscales estadounidenses tratarán de demostrar que el funcionario tenía nexos con el crimen organizado desde el año 2001 hasta el año 2020, pero también que aprovechó sus conexiones para su propios beneficios y enriquecerse.
A más de tres años de haber sido detenido, García Luna ha insistido en que es inocente y se ha negado a negociar con la Fiscalía de Brooklyn. Al ir a juicio, la pena que podría enfrentar, de ser hallado culpable, sería de cadena perpetua o una mínima de 10 años de prisión.
LAS ACUSACIONES Y PETICIONES
Recibir millones de dólares en sobornos por parte del Cártel de Sinaloa a cambio de que la organización criminal pudiera operar en el territorio mexicano, mentir a las autoridades y haberse enriquecido de manera ilícita son parte de las acusaciones que enfrenta “el arquitecto” de la estrategia contra el crimen organizado en el sexenio de Felipe Calderón.
La Fiscalía estadounidense ha asegurado que cuenta con casi un millón de páginas como documentación de evidencia.
Además, se espera que los fiscales también presenten contra García Luna diversas grabaciones, comunicaciones interceptadas y los testimonios de al menos 17 personas claves, en los que destacan el de Dámaso López Núñez, “el Licenciado”, el de Iván Reyes Arzate, excolaborador de García Luna, y el de Édgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, quien desde noviembre de 2012 ha señalado que tanto el exsecretario de Seguridad como varios de sus funcionarios recibieron dinero del crimen organizado.
“Me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y la delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por Armando Espinosa de Benito, quien trabajaba con la DEA y me pasaba información, Luis Cárdenas Palomino, Édgar Eusebio Millán Gómez, Francisco Javier Garza Palacios, Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena reciben dinero de la delincuencia organizada y de mí”, declaró el capo en noviembre de 2012.
En diciembre pasado, el periódico Ríodoce reveló que “La Barbie” acordó testificar en contra de narcotraficantes y exfuncionarios públicos mexicanos que están en poder de Estados Unidos por sus nexos con organizaciones del narcotráfico, incluyendo futuras extradiciones de narcos y políticos con quien Valdez Villarreal interactuó o llegó a entregar dinero.
Ese acuerdo provocó que ‘La Barbie’ ya no aparezca en la base de datos del Sistema de Prisiones Federales de Estados Unidos, “lo cual no significa que esa persona haya sido puesta en libertad sin cumplir con su sentencia, sino que, momentáneamente, no está en nuestro poder, ya sea porque fueron llevados para testificar en alguna corte o porque están recibiendo tratamiento médico o por muchas otras razones que por motivos de seguridad no podemos revelar”, explicaron voceros del Departamento de Prisiones de Estados Unidos.
Otro de los testimonios clave, según se espera, es el de Reynaldo, “El Rey Zambada” y Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”. Éste último es protagonista del libro El Licenciado, donde el periodista Jesús Lemus ha consignado, en el capítulo titulado “La reunión entre el Grande y Calderón Hinojosa”, que entregó dinero a un teniente del Ejército que lo recibía en la entrada de la residencia oficial de Los Pinos, para posteriormente pasar a saludar al Presidente Calderón, que ya lo estaba esperando en su despacho.
A penas el pasado 22 de noviembre, los abogados defensores de Genaro García Luna solicitaron que le fueran retirados los cargos de asociación delictiva para distribuir cocaína y participación en una empresa criminal, pero el Juez Cogan negó dicha petición.
El hombre de seguridad de Calderón ha insistido que lo realizado durante su gestión fue “licito”, uno de los aspectos que tratará de probar su defensa, quien ha argumentado que García Luna dejó su cargo en 2012 y, como no fue acusado de cooperar con el Cártel de Sinaloa hasta 2019, ya habían pasado más de los cinco años que las autoridades estadounidenses estipulan como plazo para presentar la acusación, de acuerdo con un documento publicado por el Juez Brian Cogan, quien resolvió que el hecho de que se retirara de la vida pública no implica que se terminaran sus vínculos con la organización criminal en esa fecha.
El Juez federal indicó que si García Luna demuestra que se retiró de su colaboración con el Cártel, deberá ser el jurado el que decida si se retiran cuatro de los cinco cargos en su contra o no.
Además, en días pasados, la defensa solicitó al juez que les permitieran usar como pruebas de descargo las reuniones entre el acusado y altos funcionarios de Estados Unidos, en forma de fotografías y declaraciones escritas.
El abogado César de Castro también buscaba presentar los reconocimientos y premios que García Luna recibió de parte del Gobierno de Estados Unidos, pues señaló que, durante su paso como funcionario de seguridad en México, su cliente sostuvo innumerables reuniones con legisladores, miembros de la Ley y responsables políticos de alto rango de Estados Unidos en el Poder Ejecutivo, incluido un expresidente y exfiscales generales.
De acuerdo con información de medios internacionales, los fiscales del caso temen que García Luna use precisamente la misma carpeta que presentó en 2013, cuando solicitó una visa. En aquel momento, incluyó declaraciones de funcionarios, diplomáticos y de seguridad nacional para argumentar en su favor ante las autoridades migratorias.
Por eso motivo, los fiscales le solicitaron al Juez que no le pidiera a la defensa de García Luna presentar las referencias ni evidencias que pertenezcan al caso del exsecretario de la Defensa mexicano, Salvador Cienfuegos, el cual fue desechado en su momento en Estados Unidos –en un caso pocas veces visto– para ser enviado a México, donde se decidió no ejercer acción penal en su contra a pesar de las acusaciones que pesaban en su contra en el país vecino del norte.
“Es irrelevante para este caso” que se haya desestimado el caso contra Cienfuegos, dijeron los fiscales. El 17 de noviembre de 2020, la Jueza al frente del caso Cienfuegos determinó que se retiraran los cargos de narcotráfico y lavado de dinero que pesaban sobre el exmilitar, en una decisión inusual sugerida por el Departamento de Estado de EU, luego de días ríspidos en que, se filtró después, el Gobierno mexicano hiciera amenazas veladas de cortar la cooperación con Estados Unidos en materia de narcotráfico, en especial la presencia de los elementos de la DEA.
También pidieron que no se le permita a la defensa presentar, por ejemplo, fotografías de sus reuniones con legisladores y otros altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, cuando García Luna encabezaba la Seguridad Pública mexicana, llamado entonces “súper policía” en el gabinete de Calderón.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos notificó al juez Brian Cogan que Genaro García Luna, después de 2012, tras retirarse del servicio público en el Gobierno federal mexicano, continuó colaborando con el Cártel de Sinaloa.
AUTOR: SUGEYRY ROMINA GÁNDARA.
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