De acuerdo a la información enviada de manera anónima, fueron elementos de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) o de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), evidentemente escoltados por la Guardia Nacional, quienes ingresaron, -sin orden de cateo- a una recicladora ubicada en las inmediaciones de una maderería cercana al restaurante de carnitas Los Tres Cochinitos, en el Kilómetro 23.5 de la Carretera Libre Tijuana-Tecate en El Realito.
La misma denuncia indica que el número de la patrulla de la Guardia Nacional era GN337328 y que los agentes se habrían llevado de la recicladora mil 200 kilos de metanfetamina y fentanilo; a la salida del local habrían cubierto con madera el cargamento que llevaban en los dos pick-ups. “Quién les va a creer que decomisaron madera”, alegaba el señalamiento.
ZETA consultó en la FGR si se había ordenado un operativo en la dirección, fecha y hora antes mencionados, o si alguna otra corporación había presentado un cargamento de esas dimensiones asegurado en la mencionada ubicación; confirmaron que no sucedió.
Previo a su salida y entrevistado al respecto, el ex secretario de Seguridad Pública Ciudadana de Baja California, General Gilberto Landeros, dijo que sus elementos sí trabajaban con la GN, pero no tenía antecedente de alguna denuncia similar.
Posteriormente se solicitó la misma información a la Fiscalía General de Estado y negaron haber ejecutado algún aseguramiento o trabajar en ese tipo de operativos con Guardia Nacional.
“En el transcurso de las investigaciones de delitos del fuero común, hemos detectado la participación de agentes federales, estatales y municipales, aún no identificados, con la delincuencia organizada, y en los casos que se tienen identidades, se ha entregado la información al Gobierno Federal, porque en la mayoría de los casos se trata de delitos federales”, expuso el fiscal Ricardo Iván Carpio Sánchez.
Los delitos que cometen son robo y venta de droga, además de secuestros, usualmente con cabecillas del Cártel Arellano Félix y privaciones de la libertad para todos los cárteles; se llevan a los competidores o a los que se cambian de célula criminal y los entregan a sus victimarios.
FUENTE: SEMANARIO ZETA.
AUTOR: REDACCIÓN.
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